Ver y escuchar

El lanzamiento de libro dedicado a las tapas y al arte general de los discos, es un hecho inédito para nuestro rock. El periodista Sebastián Ramos asumió el riesgo y se asoció al diseñador Marcelo Morán. Juntos cranearon este proyecto allá por el 2001, y sobre el filo del año que se acaba de ir, editaron “A todo volumen: Historias de tapas del rock argentino”, gracias al apoyo del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

No solo de meras observaciones de los artes se nutre el libro. Hay precisiones históricas, testimonios de músicos y diseñadores, secretos revelados (¡La tapa de “La era de la boludez” es una imitación a Rucucu, hecha por Diego Arnedo!) e incluso un apéndice dedicado a Juan Gatti, quien, entre otras cosas, fuera el creador de la célebre tapa deforme de “Artaud”, disco de Luis Alberto Spinetta, editado bajo el nombre de Pescado Rabioso. Rocambole -quien colaboraría con los Redonditos de Ricota desde sus principios- y Alejandro Ros -diseñador rockero top de la actualidad- también tienen su espacio, además de dejar sus impresiones sobre este costado particular (y no menos importante) de la música.

El diseño de este volumen es cuadrado, casi del tamaño de un vinilo. Es decir que reproduce las tapas antiguas a un tamaño original y exige a los CD’s a adaptarse a lo que solían estar acostumbradas las generaciones anteriores de discos. Allí convive una centena de portadas: de Almendra a Kevin Johansen; de Charly García a Sumo, pasando por Crucis, Todos Tus Muertos, Sergio Pángaro y Baccarat y Babasónicos…

“El tiempo pasó y nos hizo olvidar, todo lo que alguna vez nos emocionó y nos hizo cambiar (…); y eso que vos definirías distracción, al fin de cuentas, fue mi educación”, consta en actas “Tapas de discos y posters de Pelo”, un viejo tema de Pez. A un valor de 130 pesos, “A todo volumen…” no solo acerca a nuestros ojos una buena selección de las ilustraciones que embellecen a los álbumes, sino que también rescata ese espíritu libertario y educativo que reclamaba Minimal.