
ENTREVISTAS
Richter: «La banda es el sentido de nuestras vidas»
Hablamos con el quinteto antes de su presentación de este sábado en el Centro Cultural San Martín.
Hijos tanto del rock como de la electrónica, Richter ha recorrido un largo camino en el under porteño. Este sábado mostrarán todos esos años de carrera en un concierto gratuito en el Centro Cultural San Martín. Hablamos con Zeny, su cantante, que nos adelanta cómo será el show y nos cuenta historia y actualidad del grupo.
Estamos próximos a una fecha importante para el grupo, el 11 de julio en el C.C. San Martin. ¿Qué tienen planeado para esa noche?
La idea es ir cerrando la etapa “Transformador” de la banda con vistas a entrar a grabar un nuevo álbum en los próximos meses,; vamos a estar tocando parte de este disco con artistas invitados y también vamos a recuperar algunos clásicos que hace bastante que no hacemos en vivo.
A tres años del último disco, ¿cómo están viviendo el presente de la banda? Sé que tienen una nueva baterista. ¿Ya están pensando en nuevas canciones con ella?
Estamos viviendo una etapa con energías renovadas. Paula aportó un poco eso, tiene un estilo que cuadra muy bien con los nuevos temas que veníamos armando y creo que va a potenciar la base de la banda, se va a notar bastante en el próximo disco.
¿Cómo funciona la dinámica del grupo a la hora de componer? ¿Cada uno tiene su trabajo establecido o es algo más colectivo?
En general el esqueleto de los temas viene de Gustavo (Scheller) y de Zeni. También John y Nan componen aunque en menor medida. Pero lo que llega a la banda es solo un esqueleto que después en la sala se va vistiendo, modificando con los aportes del resto, a veces hasta llegar a ser algo muy distinto de lo que venía originalmente; la canción toma su propia onda cuando pasa por la procesadora de la banda completa.
“Transformador”, su último disco, marca una especie de quiebre en el grupo, siendo hasta un disco triple contando el de remixes, y donde más consistente se ve su propuesta. ¿Cómo se sigue después de un álbum así de ambicioso? ¿Cuál es el próximo paso?
Cada paso es diferente y uno no siempre se propone algo necesariamente más ambicioso en cuanto a tamaño; a veces la ambición pasa por otro lado, por desafiarnos con cosas más crudas y simples y resolverlas hacia otro lado. Siempre somos nosotros mismos buscando una vuelta más allá. En “Transformador” nos desafiamos con un disco doble más un disco de remixes, una obra bastante faraónica. Ahora tal vez vamos camino a algo más pequeño y crudo, más directo.
En una época donde hay más acceso pero menos atención, ¿creen que el público aceptó bien un disco doble?
El público es mucho más abierto que en otras épocas y un disco doble asusta menos de lo que a priori parece. La gente elige los temas que quiere escuchar y los “corta” del disco sin importar si el álbum tiene 12 o 25 temas. La decisión del disco doble en realidad fue pensando más en lo que nosotros queríamos ofrecer que en lo que la gente estaba esperando; parte del desafío que nos gusta es ese: no dar siempre lo que se está esperando de la banda, forzar al público un poquito a situaciones que no son habituales.
En un país estrictamente rockero, ¿sintieron alguna vez la resistencia del público o de las bandas por intentar hacer algo diferente?
La verdad que en general no sentimos mucho esa resistencia; por un lado el público rockero no está tan cerrado como en otras épocas, y al mismo tiempo nuestros shows tienen mucho de rock y de punk y eso nos ubica en un lugar no tan ajeno. El costado electro, las letras y las armonías pop van entrelazadas en Richter con el rock, el punk, algo también industrial, y entonces en general el público que no nos conoce, antes que generar resistencia se muestra sorprendido, interesado, y a veces -hay que decirlo- algo desconcertado! Después de vernos nos han venido a saludar contentos de lo que vieron y escucharon pero preguntándonos qué era eso que hacíamos!!! Electro-rock, le decimos. Ah, mirá vos…
Al mismo tiempo ustedes tienen un pulso muy rockero, pero ¿existe la idea de alguna vez hacer algo completamente electrónico o algo estrictamente rockero? O incluso meterse en terrenos que el público no espera.
Sí, sí, no es un equilibrio perfecto: a veces nos inclinamos más hacia la electrónica, a veces más hacia el rock, aunque cada vez nos cuesta más diferenciar las dos cosas. Hemos logrado confundirlas, y eso lo vivimos como un logro! Porque justamente nos parece que el terreno que el público no espera es ese: sentirse confundido por una banda de rock que usa cantidades importantes de bases electrónicas en primer plano sin perder su actitud desafiante.
Richter es una banda que utiliza la música bailable pero que tiene una impronta social y crítica en sus letras. ¿Cómo llegan a incorporar esto a su música? ¿La idea es hacer pensar al público en la pista de baile?
Las letras de Richter en general tienen varias lecturas que se entrecruzan, son como capas de ideas y de sentidos que se desarrollan a lo largo de la canción. Nos encanta que la letra parezca ser muy directa y fácil, pero al mismo tiempo en el fondo sea retorcida y ácida. Nos inspiran tópicos de los más diversos, muchos sociales, y en general nos aburre hablar siempre de lo mismo. Por otra parte, habrá gente que baile sin importarle lo que dice el tema, y gente que se siente en un sillón y se ponga a descular concienzudamente el contenido. Creo que lo que tratamos de lograr es que la letra sea efectiva en las dos situaciones.
¿Creen que hoy el público está más abierto a lo que propone el grupo? De alguna forma la escena de bandas como Los Látigos, Adicta, Entre Ríos o Proyecto Verona, donde ustedes se podían mover más cómodos, fue desapareciendo. ¿Ven que hay algo gestándose o quedaron, de alguna manera, como embajadores de un estilo?
La verdad es que si bien a priori parecemos cercanos a esas bandas, y tenemos cosas en común, nosotros no nos sentimos tan cerca de ellos, porque tenemos un importante componente punk que está ausente en todos esos artistas (sobre todo en Entre Ríos o Proyecto Verona). Lamentamos la desaparición de esa movida, por supuesto, pero tampoco nos sentíamos tan inmersos en ella; si quedamos como los embajadores de ese estilo tal vez no seamos los más representativos, o tal vez seamos los que quedamos porque vamos más hacia el rock que hacia el pop, y entonces en un contexto rockero somos un poco más aceptados. Por otro lado hay una movida de electrónica rockera (o rock electrónico, electro-rock) independiente en el under (en realidad en el under del under!) muy pero muy importante, con muchísimos artistas, ciclos, eventos, etc. que se desarrollan en los pocos lugares habilitados, y en varios en forma privada, que son un murmullo que está ahí y que resulta interesantísimo, una movida fabulosa que hay que conocer!!!
¿Qué ha sido lo más duro para Richter después de más de 15 años de carrera?
Seguramente lo más duro para cualquier banda: sostenerse ante las limitaciones que te impone la realidad; las económicas, pero también limitaciones que tienen que ver con lo efímero y precario del rock en nuestro país, con lo restringido a partir de Cromañón, y con el desvío del público hacia otros estilos que no han sufrido tanta persecución. Hay que estar buscándole siempre la vuelta; lo que existía hace un par de años ya no existe y hay que pensar todo el tiempo en nuevas movidas. Eso es muy duro en nuestra escena y por eso los artistas que sobreviven tanto tiempo son cada vez menos.
¿Qué es Richter para ustedes?
Es nuestro estilo de vida, es parte de nuestra personalidad, el proyecto está tan metido en nosotros, nos dio tanto y hemos tomado tanto de él, que ya es parte del sentido de nuestras vidas. Es algo muy profundo.
*Richter se presenta el sábado 11 de julio a las 21 en el Centro Cultural San Martín, Sarmiento 1551, C.A.B.A. Entrada gratuita.
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