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Deep Purple: la vigencia ante todo

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Siempre hay expectativas cuando toca Deep Purple. Desde aquel morbo para ver qué no pueden hacer, a sus 46 años de carrera, hasta la expectativa de que sí pueden seguir tocando… a sus 46 años de carrera.  Hay para todos los gustos, pero la expectativa siempre está.

Lo que logró anoche la banda inglesa, ante un colmadisimo y sofocante Luna Park, sigue el fiel reflejo de su actualidad: Gillan no podrá meter esos alaridos clásicos, pero entre sus graves -y piloteos- es un frontman de oficio. Paice y Glover son una base fenomenal, la clásica pared de concreto, aunque las estrellas de este Deep Purple Mark VII son Steve Morse y Don Airey. Lo que estos dos músicos aportan en el escenario son una clave fundamental en el presente de la banda: musicalidad, extensos solos, duelos y jugueteos; todo está en ellos.

Bajo la idea de presentar su último gran disco de estudio, “Now What!?” (2013), los ingleses hicieron una lista de temas un poco más variada que en anteriores presentaciones. Huo temas infaltables, pero también hubo perlas, como la inclusión de “The Mule”, y composiciones más recientes como “Uncommon Man” y su pequeño homenaje a la figura del fallecido Jon Lord; y una poco brillante versión de “Hell to Pay”. “Highway Star”, “Into the Fire”, “Lazy”, “Black Night”, “Hush”; todas estuvieron allí.

Si hubiera que hacer una escala, primero se debería ubicar a “Smoke on the Water”, y después al acero inoxidable. La alegría que tiene la banda al tocar este tema y la respuesta del público generan esos momentos únicos.

Teniendo en cuenta este presente, los ingleses también tienen sus dificultades para poder presentar de manera enteramente fiel aquellos temas como “Perfect Strangers” o “Space Truckin”, que los tocaron un poco más lento. Todos estos puntos son altamente entendibles: no tienen 20 años, pero tienen un oficio envidiable. ¿Cuántos quisieran tener la soltura de Ian Paice en sus solos, la versatilidad de Roger Glover al seguir tocando el bajo con sus dedos, o la cancha de Gillan para hacer un juego vocal junto a la guitarra de Steve Morse? El conjunto en sí no tiene algo que reste.

Aunque a algunos les pese, dotándolos de motes como dinosaurios, estamos en el año 2014 y Deep Purple sigue dando recitales de 2 horas. Podrán no tener cierta frescura, pero la banda brilla en todos lados. Eso sí, no esperemos 3 años para que vuelvan, por favor.

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