RESEÑAS
Y un día volvió CALAMARO

¡Al fin un festival como la gente! Después de los caóticos cambios de grilla del Quilmes Rock, el sonido estilo “parlantitos de PC” del Personal Fest y la pobre infraestructura del Cosquín Rock realizado hace dos semanas en San Roque (con polvo y/o barro para coleccionar por años), el Cosquín de la Plaza Próspero Molina (esta vez a cargo de la productora de JORGE GUINZBURG) se destacó, entre otras cosas, por su excelente concreción.
Los cambios con respecto a ediciones anteriores se notaron enseguida: nuevas tribunas y superficies de cemento aptas para cualquier imprevisto climático; horarios y orden de los artistas respetados de forma precisa; sonido potente pero al mismo tiempo nítido que permitía seguir la letra de una canción o distinguir el bajo de una guitarra (aunque parezca extraño, no siempre sucede); y un original sistema de 3 escenarios en hilera que impidió la superposición de bandas y los tiempos muertos entre una y otra.
¿Y el rock qué onda?
Con un sol bien arriba que quemó las espaldas de los que eligieron acercarse desde temprano, la segunda jornada contó, en un primer momento, con artistas que exhibieron cómo hacer rock en la mediana adultez: el grupo M.A.M de OMAR MOLLO (hermano de RICARDO) con su propuesta de rock árido y suburbano; el crooner WILLY CROOK con su funk a la TOM WAITS ahora reducido a trío; y el ex cadillac FLAVIO con LA MANDINGA, un combo que combina el ska, el reggae, la murga y el candombe.
Los aires algo más jóvenes llegaron con los uruguayos NO TE VA GUSTAR (proclives al pop de guitarras y a las historias urbanas) y con el grupo de reggae NONPALIDECE.
Chicos con remeras de VIEJAS LOCAS, ATTAQUE 77 y LOS PIOJOS festejaron esos ritmos jamaiquinos con el mismo entusiasmo que los seguidores de la banda, una demostración de que el reggae ya no es un guetto en el rock nacional (como lo es el hip hop o lo era el hardcore) sino más bien un estado de ánimo con posibilidades de ser disfrutado por distintos escenas. Tal vez por bandas como NONPALIDECE, RESISTENCIA SUBURBANA y otras que lograron apropiarse de las enseñanzas de MARLEY y mutarlas en melodías locales que suenen en la esquina de algún barrio bonaerense o en el sótano de alguna fiesta clandestina.
Cuando aún no había caído el sol, se hizo presente ALMAFUERTE, comandado por el inefable RICARDO IORIO. “¡El Tragaleche!”, exclamaron varios a la espera de más desopilantes declaraciones como las que dejó en su paso por el Gesell Rock. Será en la próxima, porque “el más grande del heavy nacional” -según sus seguidores- prefirió concentrarse en varios clásicos como “Almafuerte” y “Sirva otra vuelta, pulpero” y ahorrarse así “las multas, que están muy caras”. Sin embargo, no pudo evitar (en ese tono “venga, amigazo” que por momentos se asemeja más a la parodia que al homenaje gauchesco) comentarios del estilo de “Yo fui un bebé y me transformé en lo que odiaba”. O “Nosotros somos reencarnacionistas”.
La llegada de INTOXICADOS fue precedida por los BULLDOG, que ofrecieron la primera cita punkrock de la noche con la presentación de su disco “Todos los perros van al cielo” y con temas infaltables como “El campo de los sueños” y “Noche para festejar”.
Ya de noche, un PITY de lentes negros y auriculares de melómano se apropió del escenario principal para sembrar la Plaza de hondas canciones y de ese buen humor tan contagioso sólo comparable a la alegría instantánea que suelen producir LOS AUTENTICOS DECADENTES. Las cantadísimas “Está saliendo el sol”, “De la guitarra” y “Se fue al cielo” (con el tierno fragmento en guaraní dedicado a su “amiga paraguaya”) se intercalaron con el pulso arengador de “Volver a Casa”, “Quieren Rock” y el funk stone de “Perra”. El momento cumbre llegó cuando el líder de INTOXICADOS invitó al cantante de RESISTENCIA SUBURBANA (aprobado con una ovación) a cantar juntos “Reggae para los amigos”. ¿Se viene el reggae stone?
Luego de la buena onda que esparció el ex VIEJAS LOCAS fue el turno de los españoles REINCIDENTES que, en algo menos de media hora, ametrallaron la Plaza a puro punk con gusto a zeta.
Minutos después, sus amigos de ATTAQUE 77 hicieron lo propio con un show hiper profesional. Durante una hora y media, casi sin inmutarse y sin errar una nota, la banda de CIRO PERTUSI arremetió con una andanada de punk rock que recorrió sus distintas facetas: la velocidad aguerrida (“Neo Satán” “San Fermín”, “Todo está al revés”) el pop ramonero (“Espadas y Serpientes”, “Crecer”) y el cover punkizado (“No me arrepiento de este amor” de GILDA, “Cinco Estrellas” de LEO MASLIAH, y “¿Quieres tu bailar?” de los geniales BEACH BOYS). Por supuesto, también sonaron varios temas de su último disco “Antihumano”, entre ellos el súper éxito teen “Arrancacorazones”. Mención especial para “Barreda’s Way” y el video que satiriza el crimen de aquel odontólogo.
A la MANCHA DE ROLANDO le tocó una parada difícil: amenizar, desde uno de los escenarios alternativos, la espera por el gran evento de la noche. Sin embargo, se puede decir que superaron la prueba: a caballo de sus hits “Calavera” y “Mago de la lluvia” lograron que varios se sumaran a su show y que hasta les pidieran un bis.
¿Y ANDRES?
La gran incógnita del festival, la gran espera, la razón por la que muchos cruzaron países limítrofes y hasta un océano (banderas de España y Chile flamearon por momentos entre el público) empezó a develarse pasadas las doce de la noche cuando por fin se levantó el telón y un CALAMARO de camisa y chaleco entonó las primeros líneas de “El Salmón”: “Quiero arreglar todo lo que hice mal, todo lo que escondí hasta de mí, debo contar lo que yo solo sé, ¡uh, perdón! Victor Sueiro también”.
No todo, pero sí bastante de lo que significó esa obra monumental de 5 discos está condensada en esos versos: la necesidad de emprender una ruta tortuosa que repare de alguna manera las equivocaciones del pasado, y la necesidad de emprenderla con humor, con una especie de triste festejo. Recién ahora, a cinco años de editado ese álbum (subestimado en aquel momento), es que pueden verse algunos de sus inesperados efectos.
Hoy músicos de las más variadas tendencias (PITY, CARCA, ESTELARES, JUANSE, TURF, DECADENTES, GUASONES, LOS ANIMALITOS, entre otros) retoman su legado y de algún modo reconocen haber entendido lo que significaba entregarse a una ética compositiva (dejar hasta la salud por una canción) a partir de aquella obra (iluminación parecida a la que BOB DYLAN provocó en el propio CALAMARO). Y también públicos de las más diversas escenas le regalan un afecto total, desmedido (como sólo los ídolos indiscutidos reciben), cada vez que a él se le ocurre pasar por alguno de los shows de sus amigos.
ANDRES es más querido, copiado y admirado que cuando estaba en la cima de su repercusión comercial con “Alta Suciedad”, y todo por hacer exactamente lo contrario de lo que supuestamente debería haber hecho (¿recuerdan cómo el productor hitero AFO VERDE se lamentaba de ese “suicidio artístico”?). Por eso, parte de la incógnita y la ansiedad de la presentación de CALAMARO se relacionaba con saber cuál versión calamar (¿pre Salmón o post Salmón?) se haría presente en COSQUIN. Y la respuesta es…
Canciones indestructibles
Sobrio y algo contenido (seis años de ausencia es mucho hasta para una persona que dedica su vida a la música), ANDRES basó casi todo el show en canciones de “Honestidad Brutal” y “El Salmón”, pero con la precisión y la prolijidad que ostentaba en tiempos de “Alta Suciedad”. Como en la época de “Flaca”, lo acompañó una banda de lujo, en este caso la BERSUIT VERGARABAT (ver,La segunda jornada del Cosquín “Siempre Rock” confirmó la excelente organización del festival y trajo consigo la esperada vuelta del ex ABUELO DE LA NADA. La gran incógnita era ver quién regresaba: ¿El SALMON o el cantautor de “Alta Suciedad”? Antes INTOXICADOS y A77AQUE prepararon el terreno»
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