RESEÑAS

Y esa noche tocó PIER

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Cuando escuchas PIER por primera vez en tu vida, es inevitable no asociar la leyenda de aquel gordo Pierre vitricida con el criollo PIER de hoy, con la combinación de toda esa mística ricotera, con todo lo que esa espiritualidad rockera podía y puede llegar a mover, cuando este no tan inocente PIER de hoy, manteniéndose alejado de las comparaciones y supuestos parentescos con aquel mito (que solo hoy SKAY BEILINSON puede dar cuenta a los más jóvenes), buscaba allá por el 95 la demostración y el desarrollo de su pasión y su estilo propio.

Ese paso lerdo del tiempo había hecho que Pierre, aquel gordo vitricida se convierta hoy en una banda de rock, nacida en Palermo entre Bestias Pop, fuegos sagrados y Oktubres bolcheviques.

Era sábado 19 entre paradas de colectivos, boliches multicolores presentado a la banda-éxito del momento y una repleta estación de trenes antes de ingresar al iluminado Cromagnón, ubicado entre dos hoteles, uno más intimo que el otro.

El show de… OMAR CHABAN

Ya en la entrada estuvo acomodando a la cola cuando peligrosamente cruzaba la calle Mitre. Adentro, entre ”It´s only Rock and roll” de los ROLLING STONES y “Don´t Cry” de los GUN´S AND ROSES, desesperado e impaciente le gritaba al público: “No tiren cañitas voladoras, el otro día se incendió y hubo una chica accidentada, no sean boludos, no se hagan los cancheros”.

Y cuando después de preguntarle a los presentes: ¿Les gusta el lugar? ¿Si o no?, se fue a un costadito para cederle su espacio a la banda, y promediando el recital se metió en el escenario entre gesticulaciones y gritos para pedirle a RAMIRO que obligue a la gente a no tirar petardos. Pobre CHABAN, tenia miedo de que le incendien el boliche.

EL Banquete Gustoso

Cuando el olor a transpiración se mezclaba con el olor a cigarrillo y era una combustión terrible, salieron a escena los chicos de PIER, vestidos de negro para la ocasión, entre globos amarillos y negros que la gente había llevado para la fiesta. Las banderas de todos los rincones se hacían presentes: Burzaco, Caseros, Berazategui, Laferrere, eran algunos de los cuantos trapos que vestían al Cromagnón de Once.

Los hermanos CEREZO -AGUSTIN, EUGENIO y RAMIRO en guitarra, batería y voz respectivamente-, acompañados de NICOLAS FERREROS en bajo, saludaron a su público en pleno abrazo simbólico y así “Prisionera robot” fue el primero de la nochecita. Las bengalas dejaban el campo abierto mientras los que estaban atrás, bien vestidos para luego marcharse a los boliches de la zona, se reían del sentimiento y los apretujones de los de adelante.

“Sacrificio y rock´n´roll” estuvo metido entre los primeros de la lista. Esa declaración de principios que sonó pegada a “De andar elegante”, de su tercer disco “Gladiadores del Rock”. Para presentar “La última risa” -el corte de difusión del nuevo disco-, RAMIRO sentenció sin ningún tipo de ironía: “Saben una cosa, el que ríe último ríe mejor, y al final del camino, nos vamos a cagar de risa nosotros”.

La banda siguió rockeando con un sonido pelado para agitar a la masa con “El narigón del barranco”, para cerrar la primera parte del show con la excelente interpretación de “Apuesta por el Rock and roll” de HEROES DEL SILENCIO.

Luego del intervalo y las cervezas, PIER sacó “El comodín” que tenía debajo de la manga, mientras bellas damiselas recorrían el campo tarareando la canción-himno. “Mofa” y “El Ritual de los pibes atentos” se llevaron las bengalas y los saltitos, los cantitos del aguante y alguna que otra pelea en el campo por algún codazo malicioso.

PIER resultaba arriba del escenario una mezcla extraña de varios estilos. ENRIQUE BUNBURY + JIM MORRISON + INDIO SOLARI da como resultado RAMIRO CEREZO. El frontman de la banda de Palermo es el producto de una sumatoria donde ese estilo inconfundible de cada uno, explota en él y lo hacen único.

Después de “Joven enjaulado”, RAMIRO quiso que todos escucháramos su sueño: “Copamos Cemento, copamos El Teatro, y si seguimos subiendo quien te dice que lleguemos al Templo”. La gente aplaudía y gritaba. Algunos, tirados en los rincones por el efecto del alcohol, se dormían mientras la banda interpretaba “La gorra de Carmelo”, para irse a un descanso y volver con “Pulposa Satisfacción”.

El operativo bises estuvo a cargo del clásico de la banda, “La ilusión que me condena” y el inédito “Lunares”, donde el estribillo, en plan declarador de sentimientos, grita un “Es mi sangre que te quiere ver brillar, es mi corazón que te quiere a vos”.

PIER se presentará a beneficio del comedor “Mate Cosido” el Miércoles 7 de Julio en el auditorio de RADIO NACIONAL, en este proyecto donde la entrada son solo dos alimentos no perecederos.

“El propósito de PIER es poder mostrarle a la mayor cantidad de gente posible, la pasión, el profesionalismo, y el profundo amor que existe en nuestro arte”. Y eso es lo que hacen, mostrar su sentimiento a través del idioma más transparente y claro: La música. El Fuego sagrado que ningún dios les dio, sino el bendito Rock.

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