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Wros fest – día 1

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Pennywise recordó canciones de su primera época con la vuelta de su cantante original, Jim Lindberg, en la primera fecha del Wros fest, el martes en el Teatro Flores. Anti-Flag y Streetlight Manifesto también mostraron lo suyo.

Los amantes del punk y el hardcore siempre soñaron con un festival del género de categoría internacional. El famoso “Warped Tour” lo veían muy lejano. Sin embargo, este año se empezó a rumorear sobre la llegada de un evento de esta magnitud. Hasta que en junio se confirmó que el Wros Fest contaría con ocho grupos internacionales al cabo de dos días. Era el momento de disfrutar de un instante deseado.

Variado

Debido al huracán Sandy varios integrantes de los post hardcore Glassjaw debieron bajarse de la gira para ayudar a sus familias. De este modo, los horarios anunciados se pospusieron una hora, así que el show de los locales Oliver arrancó 18.45. Con una propuesta emo punk con algunos toques post hardcore intentaron atrapar la atención de los espectadores, pero por inconvenientes técnicos no pudieron mostrarse en su real dimensión. Durante su participación interpretaron canciones de su disco “Reflejos del pasado e inquietudes del presente”, de 2011.

Desde New Jersey, los Streetlight Manifesto aparecieron en escena con una energía y una actitud demoledora, incentivados por una importante cantidad de seguidores que los vitoreó en todo momento. Ellos trataron de dar lo mejor de sí, con su alegre ska punk condimentado por toques jazzísticos y de música balcánica. Casi siempre quedaron bien parados, aunque en la velocidad de la propuesta el sonido generaba cierta saturación.

Los vientos tienen un gran protagonismo, a tal punto que sus influencias alcanzan a la de su líder Tomas Kalnoky (voz y guitarra). Si bien Tomas es el que dirige la batuta, se apoya constantemente en los dos saxos, el trombón y la trompeta. Los fanáticos tuvieron un pequeño potpurrí de sus melodías mas afamadas como Down, down, down to Mephisto’s Cafe”, “Somewhere in the between” y “Here’s to life”. Esto provocó una gran locura en ellos, por eso los 45 minutos de set no saciaron su entusiasmo. Pedían por más.

Después de su recordado debut de marzo de 2011, Anti-Flag regresaba al país para continuar difundiendo su mensaje anti-fascista y a favor de los derechos de los animales. Con su último disco “The general strike” (2012) como excusa, los de Pensilvania ofrecieron un show directo y sin concesiones. A veces el audio se interponía en este objetivo, pero gracias al carisma de su bajista y comunicador Chris Barker, la banda no decaía en su adrenalina.

Sus fans, que parecieron crecer en cantidad, disfrutaron de clásicos como “Fuck police brutality”, “A new kind of army”, “War sucks, let’s party”“Die for the Government”. También hubo lugar para canciones de su último álbum, tal el caso de “Brokes bones”. Este disco los devolvió al punk más callejero después de una búsqueda sonora en “The people or the gun” (2009). La versión más sucia del himno de The ClashShould I Stay or Should I Go” gustó y provocó una nueva ronda hardcore.

Entre nosotros

Cuando se anunció la vuelta de Pennywise se generaron grandes expectativas, especialmente porque su reciente “All or nothing” (2012) fue catalogado como uno de los mejores discos de su carrera. Sin embargo, fuertes dolores en la espalda de su actual cantante Zoli Téglás provocaron incertidumbre sobre la presentación. Los rumores iban y venían, hasta que a poco más de una semana del show una noticia revolucionó a los fanáticos de la banda: Jim Lindberg, su vocalista original, regresaba después de tres años para conmemorar los 25 años.

Sin dudas, esto incentivó a los viejos fanáticos a acercarse al Teatro de Flores. Por eso, no sorprendió que gran parte de los asistentes superaran los 25 años. A partir de ello, todos sabían que el show de basaría solamente en la discografía previa a su último álbum. Posiblemente esta lista alegraría a muchos y entristecería a otros.

Con la información clara, el público recibió a la banda de gran forma. Apenas se corrió el telón a las 22.10, los músicos ya estaban en sus lugares. Con Lindberg como figura excluyente, saludaron y arremetieron con la canción inicial de su debut “Pennywise”, de 1991: “Wouldn’t it be nice”. Desde el inicio lograron un sonido correcto, el cual iría tomando cuerpo con el paso de las melodías. Ese hardcore melódico y veloz tan característico estaba en su punto justo a partir de Date with destiny”.

El mando de la banda lo lleva Fletcher Dragge con sus riffs, su cuerpo robusto y su voz potente. Desde su viola salen los riffs de clásicos eternos de la escena como Homesick”, “Same old story” y “Perfect people”. Por su lado, Jim cantó de buena forma, aunque se lo observó algo estático. Posiblemente porque está intentando acomodarse al ritmo de Pennywise. Su gente se emocionó con este reencuentro y de escuchar del cantante original gemas de la talla de “Fuck authority”, “Society” y “Broken”.

También hubo un regalo para el público local con una versión del himno de The Ramones,“Blitzrieg bop”. Este momento, junto al cierre con “Bro hymn”, fueron de los puntos más altos de una velada que si bien no tuvo la perfección del debut, contó con una nostalgia y una magia irremplazables. En enero festejarán los 25 años de carrera con Jim en la voz. Hay que ver qué sucede cuando Zoli Téglás se recupera de su lesión.

Es una gran noticia que se vayan sumando este tipo de festivales. Siempre se lo esperó, por eso hay que tratar de cuidarlo y generar que en las próximas ediciones se aumente en convocatoria y calidad.

Redacción ElAcople.com

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