RESEÑAS

WASP actuó en Buenos Aires

Por  | 

Primer acto:
”Espero en la puerta del estadio por la lista de prensa que no aparece, se larga a llover y ya comenzaron las bandas soportes”. ¿Cómo se llama la obra?
”Me empapé todo y me perdí el show de PREDADOR”.

Segundo acto:
”Consigo entrar y veo una enorme fila de gente esperando para que los revisen, mostrando el interior de su calzado”. ¿Cómo se llama la obra?
”La seguridad está cada vez más densa”.

Tercer acto:
”La capacidad del lugar está colmada en un 40% y en la popular de la derecha hay (contadas) 26 personas”. ¿Cómo se llama la obra?
”O la gente se olvidó de WASP (We Are Sexual Perverts para los curiosos) o no tenía plata para ir”.

Cuarto acto:
”Sube la última banda invitada. Suenan como KISS y hasta el guitarrista se parece a PAUL STANLEY. ¿Cómo se llama la obra?
”Sorpresa, es KEFREN”.

Quinto acto:
”Cerca el escenario se llenó de mujeres que están una mejor que la otra, la banda en cuestión cerró su show con ”Detroit Rock City” y el guitarrista destruyó su Jackson contra el escenario. ¿Cómo se llama la obra?
”KEFREN rockea y tiene mucha actitud”.

Sexto acto:
”De a poco se va poblando el lugar y se acerca la hora de la banda principal”.¿Cómo se llama la obra?
“La gente no quería ver soportes”.

En un principio parecía que la noche no iba a tener el resultado que se esperaba, ya que la escasa cantidad de gente hacía pensar que el precio de las entradas (entre 50 y 80 pesos) había espantado a muchos, pero de a poco los huecos se empezaron a llenar y comenzó a entrar el grueso de la gente, que aunque no fue demasiada (más que nada en las populares), de a poco fue llenando el lugar.

Ya con el piso bastante colmado, los plomos preparaban el escenario para la banda principal. Una exuberante batería bien ochentosa (similar a la de TOMMY LEE en el video de “Same old situation”, aunque la de STET HOWLAND tenía doble bombo) se roba el centro de atención.

Faltando poco para el postre, la adrenalina era constante, los cantitos alabando a BLACKIE LAWLESS (guitarra y voz) se tornaban cada vez más ensordecedores, mientras en el escenario preparaban el pie de micrófono (un manubrio de choppera, con una espina dorsal y una calavera, en el cual BLACKIE luego se hamacaría, haciendo estallar de emoción a la gente).

Pasadas las 22hs, se apagaron todas y cada una de las luces, comenzando de fondo la intro con ”The End” de THE DOORS, mechada con acoples de guitarra, anunciando la llegada de los californianos al escenario. De un momento a otro aparecieron los músicos en escena, logrando que Obras estallara.

Desde el comienzo con ”On your knees””, hasta el final con ”The Hellion”, el cuarteto no dejó títere con cabeza a lo largo de más de una hora y media en escena, despachándose con un repertorio basado más que nada en los primeros discos, y haciendo hincapié en casi todos sus clásicos.

Parecía como si realmente hubiésemos vuelto a la década de los 80´, ya sea desde el sonido, la vestimenta (abundaba el cuero arriba y abajo del escenario), además de la gran homogeneidad del público, en donde había metaleros de antaño, motoqueros de distintas pandillas, y hasta nuestro fiel lector NIKKI SIXX, quien se dio cita en el lugar para un recital imperdible.

BLACKIE parecía estar enchufado a 220v, y aunque se lo vio medio seco para con el público y su banda (a la cual en ningún momento presentó), se encargó de dar cátedra con sus seis cuerdas. También hizo las delicias de la gente al hamacarse en el pie de micrófono de casi dos metros.

Los momentos más emocionantes del show fueron más que nada en ”L.O.V.E machine”, “Phantoms in the mirror”,”Fuck like a beast” y “Blind in Texas”, donde la gente mostró su gratitud, respondiendo a pleno pogo y mosh.

También hubo tiempo para baladas como ”The idol”, donde los decibeles bajaron un poco, como así también versionar a THE WHO con ”The real me”; algunas performances imperdibles, como en ”I wanna be somebody” (acá prácticamente se derrumbó el lugar), donde BLACKIE partió a hachazos a un cerdo y desparramó entre la gente los restos del porcino, señalando amenazantemente a los distintos sectores del estadio.

Párrafo aparte para el baterista que tocó parado casi todo el show y además acompañaba con los coros.

Para el momento de los bises, los temas elegidos fueron ”Sleeping in the FIRE” y “The hellion”. Las notas finales de las guitarras anunciaban que eso había sido todo y el público quedaba más que conforme con el impactante show.

Y así fue el gran recital de WASP, dejando con ganas de más a todos los presentes, y con la expectativa de volver a verlos en vivo alguna vez.
¿Cómo se llama la obra?
”Si te lo perdiste, cagaste”

Tenés que estar logueado para escribir un comentario Iniciar sesión