RESEÑAS

VILLANOS en El Teatro

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Con cada disco, la banda de NIKO VILLANO madura un poquito sin dejar de oler a espíritu adolescente y eso se nota hasta en la tapa de los cds. Comparen al dibujito del joven endiablado mostrando la cola de ”Sacate todo” (1998) con la foto elegante de ”Superpoderosos!”, que tiene canciones que ya aparecieron en “Villanos al poder” en versiones diferentes, covers (como ”Si yo soy así” de FLEMA) y varios temas nuevos.

Los muchachos de remeras a rayas horizontales viven en la frontera: punks entre los stones, stones entre los punks, demasiado pop para ser rockeros pero sacados in extremis para ser pop. Evidentemente no están interesados en cuidar la quintita de un género determinado y prefieren salir a jugar por los inmensos campos de la música para divertirse y de paso divertir también a su público “multipalo” (incluso a los psicópatas que se dedicaban a tirar petardos en medio de la gente) que copó El Teatro.

La “apertura de cabeza” de VILLANOS permite que pasen sin escalas de un rockito tipo FACES como “Maldito rocanrol” a “Te hacen falta vitaminas” -donde mezclan la alegría anfetamínica de la versión original de SODA STEREO con el frenesí de la interpretación que hicieran los DEMONIOS DE TASMANIA hace muchos años- y luego al agite bolichero de “Amor satelital” (¿disco music para revolear remeras?) para pegarle una balada punk para corazones rotos y después un pop sixtie –con coritos que dicen “pap-shuwá” y todo- con WALTER PIANCIOLI de LOS TIPITOS en teclado.

“Prendeme las luces del estadio, de la mini Bombonera”, pidió NIKO para poder leer las banderas que trajeron sus fans, que deliraron cuando sonaron los primeros acordes de “Rocanrol kabeza”, ese tema en el que, como unos Nostradamus del palo, anticiparon con gracia lo que más tarde sería el surgimiento de un rock barrial, popular, hegemónico y clonado hasta el hartazgo.

“Chau corazón” tiene una melodía agradable y una letra tan pero tan candorosa (o cursi) que es uno de los temas más adorables de su repertorio. La imagen de las chicas montadas sobre los hombros de sus amigos/amigovios/novios/amantes ocasionales haciendo “chau” con sus brazos mientras cantan el estribillo acentuó la ternura del momento. ¡Qué lindo que es cuando los rockers se ponen sensibles! Los chicos quieren rock… y amor.

El tramo final del show fue una seguidilla imparable: “Lima limón”, “Johnny botón”, “Sauna” (una crónica “pirata” en el sentido más decadente del término), “Digo que sí” –temazo de ”Superpoderosos!” que podrían haber compuesto los NEW YORK DOLLS-, “Si yo soy así” (¡por fin un cover de FLEMA que vale la pena!) y “Sale caro” con PEDI de los ascendentes JOVENES PORDIOSEROS de guitarrista invitado.

Con la polémica acerca de la exposición de LEON FERRARI que sigue creciendo con cada marcha, declaración y prohibición, la simpática historia de bendita perdición que narra “Putas” suena más divertida que de costumbre. “No lleven flores a mi tumba, lleven putas” es uno de los pedidos más sacrílegos y estúpidamente graciosos de la historia del rock.

Como no podía ser de otra manera, todo terminó con una lluvia de papelitos y varias chicas desinhibidas invitadas a subir al escenario para bailar al ritmo de “Sacate todo”, donde NIKO VILLANO sacudió su peinado indescriptible y se movió como un muppet de ojos desorbitados para concluir exhibiendo sus nalgas junto a MINI VILLANO.

El recital de El Teatro mostró a la banda sonando impecablemente presentando un disco muy bueno ante un público numeroso y entusiasta. ¿VILLANOS dejará de estar fuera de moda? ¿Serán finalmente superpoderosos y llegarán al poder? ¿Pegarán de una vez por todas el merecido salto a la masividad? En los festivales multitudinarios de verano tal vez se decida su futuro. Ojalá que lo logren.

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