RESEÑAS

Viajando por un mundo mágico

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Gran estrategia

Tras sus dos exitosas actuaciones en diciembre de 2005 y en abril de 2007 (ambas en el ND Ateneo) Epica regresaba a la Argentina para mostrar las canciones de su más reciente placa, “The divine conspiracy”. Se sabía que este concierto iba a ser el más convocante, debido a su majestuoso último gran disco, al boca en boca y a las colosales críticas que habían recibido sus shows anteriores.

Se van encaminando

Luego de la actuación de For Everness, que contó con la presencia de Diego Valdéz como invitado, le llegó el turno a Lord Kraven, quienes convencieron a los presentes con una gran puesta escénica y un sonido compacto y demoledor. “Malditos dioses” y “I’m alive”, de Helloween, dos de los cinco temas que pasaron.

Linda e inteligente, ¿qué más querés?

Con un teatro completo, Epica comenzó su concierto a las 20:35 hs. mediante la introducción “Indigo”, mientras el público cantaba en apoyo al grupo. Durante estos 2’ 05”, los músicos fueron ingresando de uno y recibiendo ovaciones en particular. Su cantante, Simone Simons, fue la última en unirse y la más aclamada. Ya con “The obsessive devotion”en curso, el sonido era muy bueno aunque no en el volumen deseado (estaba un poco bajo). Para la cuarta canción, la perfección musical se había adueñado del lugar.

“Argentina, ¿Cómo están? Estamos muy contentos de estar de acá nuevamente, tocando para este hermoso público”, fueron las primeras palabras que se escucharon, en boca de Mark Jansen(guitarra y voz gutural). Con estos mensajes, sus constantes arengas y su carisma natural, el guitarrista se metió a la masa en el bolsillo. Simons no se quedó atrás y enamoró a todos con su voz angelical, su belleza y su buen manejo. Siguieron con Sensorium” y “Menace of vanity”.

La polifonía que produce la conjunción de la voz de Simons con la Jansenes atrapante, logrando una combinación exacta e ideal. Tanto los amantes del gótico como del black pueden estar a gusto con esta propuesta, siempre y cuando no sean ortodoxos del estilo. También los teclados de Coens son fundamentales en el sonido del grupo, ya que obtiene ambientes atmosféricos y persuasivos, que le da la pausa necesaria. Con Fools of damnation y Cry for the moon, los asistentes cantaron y disfrutaron a full.

¿Te emocionaste? Llorá, animate

Llamó la atención que durante el solo de batería de Ariën Van Weesenbeekel público respondiera de manera más efusiva para las partes simples que para los segmentos complejos. En definitiva, fue un solo que no descolló, pero que cumplió con todos los requisitos básicos (algo de virtuosismo y arenga a la masa). Dando vueltas por el local, podíamos observar una gran variedad de público, donde las imitadoras a la cantante sobresalían de los demás (mucho corsé y pelo colorado).

Un momento grandioso fue cuando Simons quedó a solas junto a su tecladista Janssen para interpretar la balada Solitary ground. Sin dudas, hicieron inquietar a todos los presentes. Por si fuera poco, siguieron en esta línea con “Black infinity”. Tras este combo, Simone se llevó una tremenda ovación. Mark quedó a cargo del grupo para despacharse con “Crytal mountain”, cover de los desaparecidos Death.

Recién comienza este idilio

Los músicos dejaron momentáneamente el escenario para descansar algunos minutos. Durante el break dejaron sonando una música sinfónica y sentimental que duró hasta que Mark reapareció en las tablas. Tras algunas declaraciones predecibles, le pegaron “Sancta terra” y “Mother of light”.

“Hasta la vista, baby”, fueron las palabras finales de Simonsantes de partir. Otra gran pieza musical sonaba de fondo mientras los músicos saludaban y regalaban souvenirs para sus fa

Redacción ElAcople.com

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