RESEÑAS

Verde, que te quiero verde

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Desde el año 1999, cada primer sábado del mes de mayo, se realiza la Marcha Mundial por la Legalización de la Marihuana. Participan en ella alrededor de 230 ciudades de todo el mundo, de las cuales más de diez pertenecen a la República Argentina. En la city porteña la convocatoria se incrementa cada año: en esta oportunidad, concurrieron aproximadamente dos mil personas. Pero eso no es todo. Luego del picnic cannábico frente al planetario de Palermo, la invitación se dirigió hacia el barrio porteño de Constitución, donde se desarrolló la “Fiesta Contra la Intolerancia“, un “ciclo de actos itinerantes“ –como lo definió la misma organización– que prometía música, Djs, circo y otras yerbas.

Organizado por la Asociación de Reducción de Daños de la Argentina (ARDA) y MARIALIBRE Movimiento Cultural, el festival proponía despenalizar la tenencia de drogas para consumo personal, detener los arrestos por consumo de marihuana, declarar inconstitucional la ley de drogas 23.737 y (citando al Ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, ANÍBAL FERNÁNDEZ) “dejar de perseguir perejiles”.

Un patrullero observaba desde la vereda de enfrente a “La Fábrica“, la cooperativa de vivienda elegida como escenario para el evento, aunque sin demostrar ánimos de intervenir en el lugar.

De a poco la gente se iba acercando, y pasadas las 21.00 se dio comienzo por fin al festival. Los integrantes de Cirko Trivenchi fueron los encargados de inaugurar la noche. Malabares, fuegos y acrobacia en tela fueron los principales condimenetos.

Al fondo de la sala se extendían algunos paños oferentes de bellas artesanías. Todo relacionado, claro; se trataba de una gran variedad de pipas, tuqueros, porta encendedores y demás utensillos para el kit del fumón. Mientras, dos pantallas proyectaban imágenes. En una se podían ver videos de BOB MARLEY, MACACO y ALIKA Y LA NUEVA ALIANZA, entre otros. En la otra, algunas frases como “El ser humano mata por diversión“ o “el ser humano es el animal más peligroso sobre la tierra“, que eran acompañadas por fotografías de la clásica historieta “El Eternauta“, del escritor HÉCTOR GERMÁN OESTERHELD.

El primer número musical estuvo a cargo de HUMO SKA, una banda que, con potentes vientos, puso a bailar al público, que parecía algo desganado a la hora de mover los pies con el ritmo del reggae y raggamuffin que los muchachos proponían.

Radio KerMaraK ofrecía un “micrófono abierto” para quien quisiera acercarse a decir algo, mientras la gente esperaba para ver a 13H, KHRYSE, ENCÍAS SANGRANTES y las demás bandas que actuarían esa noche.

“¡Despenalización ya!“, era el grito que se repetía continuamente; arriba y abajo del escenario, en el micrófono abierto, desde el buffet o en cada grupete de amigos que se encontraban en “La Fábrica“.

Un grito que cada día saborea una realidad más dulce. Un deseo que cada día está más cerca de concretarse. Con el proyecto de una nueva ley de drogas y una ya supuesta mayoría en la legislatura de la nación, nuestro país muestra un panorama optimista para aquellos pequeños consumidores, promotores del autocultivo, y para todos aquellos que apoyan una campaña por la despenalización de la tenencia de drogas para consumo personal. Ahora, será cuestión de tiempo. Mientras esperamos… ¿tenés fuego?

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