RESEÑAS
¡Van por más!

De España venimos
Mhirra fue la banda encargada de abrir la fecha. Pocos estaban enterados de su existencia, y mucho menos de su participación. Este cuarteto de Ituzaingó nos mostró un punk bastante climático y con buenas voces. Sonaron de manera correcta. Además de las canciones de su EP “Genérico”, interpretaron algunos covers, como “Police on my back”, de The Clash, “Todo esta al revés”, de Attaque 77 y un potpurrí final con temas de The Ramones.
A diferencia del día anterior, los No Relax encontraron a un público deseoso de escucharlos. Desde el inicio, el apoyo hacia la banda de Joxemi (guitarrista de Ska-P) fue total. Esto era algo esperado, ya que al estar anunciados previamente, iban a contar con su propio público. Ellos sintieron esa cálida recepción y estuvieron aún más enérgicos. Su cantante femenina, Micky, supo mantener la atención con sus arengas y su fuerza incontenible. Recurrieron a un set similar al del sábado, aunque un tanto más extenso.
“Indomabile” -2008-, su tercer disco en cinco años de historia, tuvo mucha incidencia durante el show. Pasaron “Carne fresca”, “El último viaje” y “Loco, loco”, entre otras. Esta vez, Micky pudo disfrutar del público argentino en su esplendor. “No me quiero ir, quiero vivir aquí”, dijo ella con su especial tono de voz. Y cuando sonó el hit “Fuera de control”, su cariño seguramente se habrá acrecentado aún más tras la reacción de su fans. Después de algunos conciertos, No Relax se despidió de la Argentina.
El relojito punk
Pasadas las 21:30hs, los músicos subieron al escenario, recibieron la ovación esperada y largaron con el show. “Buenas noches gente, gracias por estar”, fue el saludo inicial de Hernán “Vala” Valente (guitarra y voz). Con cuatro viejas canciones (“Algo confuso” y “N.N.”, dos de ellas), los Cadena Perpetua provocaron un éxtasis total en sus fanáticos.
Desde el ingreso de Damián Bisconti (batería) en 1996, el grupo ha ido logrando un sonido en directo que no es fácil de conseguir. El domingo volvieron a demostrarlo, dejando en claro lo importante que es para ellos. Sin dudas Edu Graziadei (bajo y voces) y Vala, los dos históricos, son el alma mater del grupo. “Violencia”, “No mires al cielo”y “Algo personal”, algunas de las tantas que sonaron de manera impecable. El poderío del trío aumentaba aún más, ante el nulo descanso entre canción y canción. Los respiros para los fans eran escasos.
El elevado precio de las entradas ($40) fue un tema que molestó en los jóvenes espectadores. Es por eso que Vala se refirió al tema diciendo que el armado del show había resultado caro y que no pudieron abaratar los costos. Yendo al set, los fans se dieron el gusto de cantarles el feliz cumpleaños. “Ya podemos salir del país, votar,…”, bromeó Edu acerca de la mayoría de edad. Pasaron también “¿Por qué parar”, “No quiero flores” y “Como poder”, entre otras. Por momentos cesaba el pogo, pero rápidamente los fans recargaban energías y volvían a adueñarse de las pistas.
Desde su segundo álbum, “Buscando salidas” -1997-, para acá, Cadena Perpetua ha editado sus discos de estudio cada tres años. El sexto no será la excepción y verá la luz el año que viene. La banda está en pleno proceso de composición, tanto desde el lado musical como del literario. Ellos le dan importancia a ambas artes, porque sienten que deben tomarlo con la misma seriedad. Edu, en directo, no solo dedica a tocar el bajo y apoyar en los coros, sino que también se encarga de la voz principal en algunas melodías como“18 hs” y “La reacción”.
Enojo por una justa causa
Ciertos acoples fueron produciendo malestar en el rostro de Vala durante buena parte del show. Su paciencia llegó hasta que uno de los amplificadores dejó de funcionar, dejándolo sin retorno de su voz. Si en“Emigrar” su enfado era alto, en “Dispara” su locura llegó a decibeles aún mayores: pateó el micrófono en dos oportunidades, mostrando así su real calentura. A su vez, el público lo bancó y cantó las partes que le correspondía. Más allá de los acoples, el sonido hacia el público era claro y no evidenciaba tales problemas.
Durante 10 minutos, la masa esperó por la salida de la banda. Al regreso, el malestar continuaba, y Edu expresaba su sentimiento con comentarios fuertes hacia el local. Sin embargo, para la decena de melodías finales no se volverían a percibir estos inconvenientes. “Si me ves”, “Te acordarás de mí” y “Luisito”, causaron los bailes furiosos de costumbre e hicieron olvidar estos pequeños conflictos.
Vala no ve con buenos augurios el añ
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