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Vampiros acecharon la ciudad

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Theatres Des Vampires, la banda comandada por Sonya Scarlet, pisó por primera vez suelo argentino después de su postergado show del año pasado. Pero, lamentablemente, desperfectos técnicos no permitieron disfrutar a pleno a la banda italiana de metal gótico que igualmente siguieron adelante.

El comienzo de la primera gira latinoamericana de Theatres Des Vampires  desafortunadamente estuvo obstaculizado por ciertos inconvenientes ajenos a la banda. Primero, la fecha de septiembre de 2012 que fue postergada por problemas de visado en Venezuela; después, el show que se trasladó de The Roxy Live en Niceto al de los Arcos, y esto no fue a favor por lo reducido del tamaño del escenario.

Por eso, también las bandas teloneras Dark Whisper y Satan´s Night Out poco espacio tuvieron para desplegarse; pese a esto, entregaron buenas performances sin grandes inconvenientes en el sonido.

No obstante, no puede decirse lo mismo de Theatres Des Vampires que salió a la cancha con “Keeper of Secret” de su más reciente álbum “Moonlight Waltz” (2011). Tal como su nombre lo indica, la teatralidad es acto presente en esta agrupación. Con humo y unas intimidatorias máscaras, la vocalista Sonya Scarlet hizo lo suyo acompañada de Gabriel Valerio en batería, Zimon Lijoi en bajo y Stephan Benfante en guitarra.

La parte musical estuvo a la altura de la imagen que estos vampiros del metal venden, un género ubicado entre el black y electro gothic. El set list se focalizó en “Anima Noir” (2008), con canciones como “Wherever you are” y “Blood Adicction”, un surtido de “Desire of Dammation” (2007), “Nightbreed of Macabria” (2004), y poco de la más lograda “Pleasure and Pain” (2005).

Sonya es una gran showman, con sus colmillos y su conjunto rojo (el mejor color para acompañar al negro) irradió un aura de frescura que Manson ya perdió, y no abusa de los registros líricos como Tarja.

Los muchachos, por su parte, cumplían a rajatabla. Pasó “Anno Dracula” y luego de un entretenido solo instrumental pasó lo más temido: un desperfecto en los micrófonos los dejó de garpe en medio de “Medusa”, cuando Scarlet usó un llamativo sombrero en alusión al nombre de la canción. Temazo pero que se pudo terminar de disfrutar. Entonces, la banda siguió insistiendo unos segundo más y Valerio trató de salvar las papas pegándole a la batería; sin embargo, los plomos pidieron desalojar el escenario para arreglar el inconveniente.

Treinta (largos) minutos de parate después todo estuvo arreglado. En el medio, la gente impacientada pedía la sangre del sonidista y el batero subió un par de veces a sobrellevar la espera. Sonya se puso al hombro la situación y dio un discurso para pedir disculpas y aclaró que no viajaron tantas horas ni pasaron por el estresante check del aeropuerto para suspender la velada. ”The show must go on”, cerró la tana.

El fantasma del corte anduvo por “Kain” y “Sangue”. Por suerte, ya se esfumó del todo en “Blut Divine” y el cierre con “Carmilla”. A pesar de los traspiés técnicos, cerca de 200 vampiros saltaron a la par de su reina, en una actuación que se hubiese apreciado mejor en otro lugar y en otras condiciones. Después de todo, nada nos quita lo pogueado.

*Foto por Leandro Rizzo.

Redacción ElAcople.com

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