RESEÑAS
¿Usted sabe?

Quién sabe… qué depara el destino, qué personaje sorprendente se encuentra doblando la esquina de los días, cuándo se quebrará el equilibrio inestable de las horas, cuándo el suspiro arrancado podría convertirse en una fría lágrima, a dónde irán a morir o renacer las risas o cuándo el mundo del revés será vencedor. ¿Sabe quién… podría saberlo?
Tal vez hay muchas preguntas de respuestas inciertas. Pero lo que sí se puede saber es que ahora empieza el concierto. O la lectura. O ambas.
“Buenas noches. No saben el miedo que me da estar acá. Gracias por acudir a la cita”, dice, con total humildad luego de las dos primeras canciones, JUAN CARLOS BAGLIETTO frente al eufórico público que le responde con aplausos y gritos de apoyo. Ante un Gran Rex repleto de gente de todas (pero TODAS) las edades, el músico -que todavía detenta los aires hippies que supo cosechar durante los ’80- seduce, entristece, emociona y entusiasma con el abanico de letras que tan bien sabe adueñarse y transmitir.
“Eclipse de mar”, el clásico de JOAQUÍN SABINA (que en su disco “15 años” cantaron a dúo), es sucedido por “Ángel y demonio”, uno de los temas que componen “Sabe quién…”, el nuevo trabajo que funcionó como excusa para la reunión. Así, se entremezclan novedades (“Mundo redondo”, “Azules”, “La casa de al lado”, “Carcará”) con remembranzas de otros tiempos (“El gigante de ojos azules”, “Solo”, “Adoquines en tu cielo, Rosario”, “Corazón de madera”). Y en el medio de esta marabunta de sonidos, que resplandecen frente al cielo atrapado en la pared del fondo del escenario, aparece una nueva-vieja versión de “Tiempo de silencio”, plasmada en el nuevo álbum para rendirle un homenaje más adecuado que en los ’80, según cuenta el cantante.
“Hay canciones que a uno lo acompañan siempre”, expresa BAGLIETTO, y comienzan los acordes de “Todavía”. “No te pares, no te mates, sólo es una forma más de demorarte”, entona a viva voz en “El témpano”, antes de dar lugar a “Piedra y camino” y al primer intento de final de una noche que tiene a LITO VITALE comandando el sonido.
El regreso a las tablas trae como perlita, luego de dos nuevas letras, a SILVINA GARRÉ para compartir la dolorosa “Era en Abril”, ajena en autoría pero propia en sentimientos –ya que al intérprete rosarino se le murió un bebé, tal como relata la canción-. Un nuevo intento de concluir el recital es impedido por los espectadores, que se niegan a abandonar el lugar y reclaman a su artista. Así, una vez más, regresa. “Vamos a repetir porque no sabemos más”, manifiesta entre risas, y vuelve a sonar “Me asomo”.
Después de dos horas y media de show, BAGLIETTO se despide hasta un nuevo encuentro. Esta vez, como él explicó, la ansiedad le ganó y presentó su último trabajo antes que saliera a la venta. Quién sabe en qué día y estado nos encuentra la nueva velada. ¿Sabe quién… podría saberlo? No, mejor no. Que ese momento nos sorprenda…
1 Comentario
Tenés que estar logueado para escribir un comentario Iniciar sesión