RESEÑAS
Unos GATOS no tan SUCIOS

Es obvio que luego del fatídico 30/12, las cosas en el rock por estos pagos cambiaron para siempre. En un verano donde la distorsión y golpes de batería en vivo fueron palabra prohibida en Capital Federal, de a poco y tímidamente -y si los inspectores lo permiten- van volviendo lentamente los vestigios del ruido tan deseado por nuestros oídos.
Los volantes y afiches de este show, anunciaban que los menores de edad tenían que ir si o si acompañados por sus padres. Al leer esto, se me dibujó una sonrisa socarrona, al recordar lo que eran las presentaciones de los GATOS a mediados de los 90´. Pienso que si un padre hubiese acompañado a su hijito a alguno de estos recitales, el niño todavía estaría encerrado en su casa sin permiso a salir.
Pero los tiempos han cambiado. El punk rock ha cambiado. En la puerta de Speed King se respiraba más tranquilo, parecía como si las tachas, las camperas escritas con Liquid Paper, y los borceguíes estropeados, hubiesen sido cambiado por Vans, ropa de una conocida marca de la calle Rodríguez Peña y coquetos peinados con gel. No tiene nada de malo esto, sólo que es distinto.
PERTUSIS ya había pasado cuando entré. Ahora llegaba el momento de CITY ROCKERS. Con una propuesta tirando a BACKYARD BABIES y DEMOLITION 23, con todo a lo que en nivel estética de estas bandas significa, estos 4 tipos estuvieron más que bien arriba del escenario, donde los acompañó una rubia despampanante que quedó completamente desnuda al finalizar el primer tema, logrando que TODAS las miradas apunten hacia las tablas al menos por un instante.
El sonido de esta banda es realmente muy bueno, además se nota que tienen mucha actitud arriba del escenario.
Para el momento de GATOS SUCIOS, ya se había juntado bastante gente cerca del escenario, y al igual que su show de reunión del 25/12, nuevamente el set comenzó con Está todo mal. DIEGO, el cantante, quien cambió su antiguo look de dreadlocks, apuntando actualmente a uno más rocker al estilo MIKE NESS, arengaba bastante a la gente a moverse en el lugar. Los años pasan y las cosas cambian, ya no estaba más esa voz potente con la cual se lo recordaba, sino que ahora es más chillona, pero sin perder la fuerza.
Tuvieron tiempo de presentar temas nuevos, y volver a pasar por clásicos como Arañas o Jippy Jimmy, de sus anteriores trabajos de estudio, haciendo hincapié sobre todo en el primero.
La fuerza estaba, los clásicos también, no faltaron (algo bastante asqueroso por cierto), las escupidas por parte de cierto sector de la gente, algo que molestó bastante al frontman. Todo esto sumado dio como resultado un show agradable para volver a encontrarse con la banda, más allá de algunas diferencias con las viejas épocas.
Los GATOS volvieron. Ahora saldrá su nuevo disco, una buena oportunidad de reencontrarse con ellos, o conocerlos.
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