RESEÑAS
Una nueva remera para escuchar

Antes de la tormenta
Una noche inusualmente cálida para la época. Las únicas luces que dejaban ver las formas en la calle eran las de un supermercado, corrompido en su prolijidad por una pintada de FLEMA.
El CBGB todavía se encontraba cerrado, pero el sonido comenzaba colmar el aire. “22 horas puntual” pregonaba el cartel de la presentación de CHERNOBYL.
El reloj marcaba las 22.35 cuando AXIS, el grupo de rock con toques de pop, comenzó con sus primeros acordes frente a un público compuesto principalmente por amigos de la banda. El grupo (de variable formación durante los últimos tiempos) tocó siete temas.
Cuando todo ya se había aquietado, TITERES DE NADIE llenó el silencio con su sonido de rocanrol, en algunos momentos más atenuado por el ritmo de la percusión. Once temas y el viernes llegó sin avisar. El fin de la semana apresuró a llegar. Pero la noche todavía no terminaba.
El principio del fin
El día ya había gastado 30 minutos de su tiempo cuando CHERNOBYL pisó el escenario. La banda, conformada por LEANDRO IANNI (voz), GONZALO “EL ALEMAN” LUSTEMBERG y LUCAS “LA TOTA” FABBRI (guitarras), EMILIANO “LALA” LUSTEMBERG (bajo), PABLO LANDI (batería) y MARIANO “COPITO” LANDI (saxo), tocó durante casi dos horas once temas de su demo “Nuestra”, una canción nueva y dos covers de LOS REDONDOS: “Mi genio amor” y, por pedido (llegando a la amenaza) del público, “Jijiji”.
Un sonido prolijo y la voz rasposa de LEANDRO IANNI llenaron los oídos del público, que no colmó pero sí llenó el CBGB, mientras un pequeño grupo saltaba frente al escenario.
Dejando de lado por un momento el rock, la banda hizo un pequeño recreo tocando la música de La Pantera Rosa para aquellos nostálgicos de la serie.
Casi al final, la banda presentó su nuevo tema, llamado “Recuerdos que mienten un poco”. Pero una banda de estirpe ricotera no puede dejar el micrófono sin entonar su himno por excelencia -“Jijiji”- que fue acompañado por la voz del público como coro.
El reloj siguió su camino, mientras la mayoría del público continuaba en el lugar. La madrugada dejó paso a un leve frío, mientras que las calles todavía se encontraban vacías, tan sólo pobladas por el silencio.
CHERNOBYL puede ser para algunos un admirable tributo a LOS REDONDOS y para otros una burda copia, pero no se puede obviar que poseen un sonido muy bien aceitado y prolijo, más allá de los gustos y las opiniones de cada uno.
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