RESEÑAS

Una década bailando

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La vuelta a los escenarios capitalinos, y en especial sus festejos por los diez años, transformaban a este show de WDK en un set muy especial. Una reciente gira por Guatemala y México y la edición de su flamante álbum, “Pirata?!”, incentivaba a los fans. Eso sí, el público debía hacer un pequeño esfuerzo asistiendo a un recital en horario de pre matinée. Algo inusual para un rockero de ley.

Te pasan por arriba

A solo cinco días de esta fecha, la gente de No Relax se sumó como “la banda soporte”. No muchos estaban enterados de la presentación del grupo de Joxemi, guitarrista de Ska-P; es por eso que cuando comenzaron pasadas las 17:20hs había menos de 100 personas en el local. De a poco y a base de buen punk rock, fueron aumentando la convocatoria, especialmente gracias a canciones como “016”, “Himnorelax” y “Fuera de control”.

La cantante italiana Micky combina de manera atractiva su idioma natal con el español, además de contar con un carisma innato y una energía descomunal. Joxemi la acompaña con su figura reconocida y su voz rasposa. Como él mismo dijo varias veces, este grupo poco tiene que ver con Ska-P, y en melodías como “Voy a escapar” o “Personal normal” se pueden reconocer estas diferencias. Sonaron ajustados y potentes de forma continuada.

¡A celebrar, muchachos!

Después de una pequeña introducción y de los saludos pertinentes, los WDK comenzaron con la fiesta de la mano de “De nada sirve”, con caída de papel picado incluido. Los inaugurales acordes produjeron una explosión en el público, que luego cantaría y bailaría a lo largo de todo el concierto. Hay que recalcar que la energía que transmitían los músicos desde arriba del escenario ayudaba a crear esta adrenalina. “Muchas gracias por venir, vieja”, las primeras palabras de Spektro (voz y guitarra).

Durante las cuatro canciones iniciales, el sonido fue acomodándose hasta llegar al punto ideal en “Ciudad central”. Para este tema se subieron tres fans para cantar junto al vocalista. Él los recibió amablemente y los hizo participar. No sería la única vez. “Después de tantas idas y venidas, seguimos de pie”, dijo uno de sus músicos en relación al festejo de los 10 años. Antes de interpretar “Epitafio” (un reggae muy al estilo Los Pericos, de la era post Bahiano), el público les cantó el feliz cumpleaños.

Todos los integrantes estaban vestidos de impecable traje blanco y de camisa negra, a excepción de Lalo (guitarrista invitado para muchas canciones). Cuando esté acompañaba a la agrupación, Spektro se dedicaba solo a cantar. Luego la banda transformó el cántico de la gente –“Vamos, vamos… W”– en canción al estilo Attaque 77. Para este momento las voces se multiplicaron produciendo así un momento único. “Dulce amor”, “Interrogantes” y “Ser especial”, otras que pasaron.

¡Al fin salió!

El demorado sucesor de “Argh!”, denominado “Pirata?” fue lanzado a fines de octubre. El mismo tiene la particularidad de poder descargarse desde la web oficial del grupo, ya que no está disponible en disquerías. El nuevo álbum está compuesto por 15 nuevas canciones de ska-punk, pero con estribillos algo más poperos. “Maremoto de emociones” y “Astronautas”, dos que el sábado gustaron mucho.

Debido a que en La Trastienda había otros dos compromisos por delante (Gazpacho y Los 7 Delfines), tuvieron que achicar la lista de 30 temas. La masa, sin estar de acuerdo, lo asumió y lo disfrutó a full. “Hule”, “Mi elección” o “Violeta”, el cover de Alcides, desbordaron al local de San Telmo. Ellos aprovecharon estas últimas gemas para agradecerle a su familia, amigos, enemigos y a bandas como Asesinos Cereales y Running Potatoes, que crecieron a su lado, por apoyarlos durante todos estos años.

Tal como había ocurrido en “Sensación pura”, el público accedió a las tablas nuevamente en cantidad para la canción final, ¿Qué necesitas?. Mientras la gente de seguridad luchaba para que descendieran, el resto bailaba desenfrenadamente, provocando una algarabía difícil de describir. Para esta misma melodía, Spektro actúo para una adolescente que él había echo subir. De rodillas, le cantó el estribillo de manera romántica. Ella, con sus ojos brillosos, trasmitía su emoción. Lindo cierre.

Cumplir una década de existencia, con un proyecto personal o grupal en la Argentina, cualquiera sea la rama, no es algo fácil de conseguir. Y si nos ponemos a pensar desde una banda de rock, más complicado aún. Es por eso que los chicos de Zárate deben estar orgullosos de haber llegado a este lugar, logrando un nombre dentro de la escena con un género ska-punk, no tan populoso

Redacción ElAcople.com

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