RESEÑAS

Una Covacha llena de ilusiones

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Uno conoce Cemento y sabe de su impuntualidad, fue por eso que me perdí la mitad del show de EL MENDIGO, y sólo pude apreciar un par de temas. Pido perdon y sigo. Entre los que alcancé a escuchar noté interesantes melodías en “Bienvenidos al infierno” y “Del dinero y el alcohol”, que sumado al cover de LAS PELOTAS “Sin hilo” y “Buscar buscarte”, con agite, bengalas y demás condimentos, concluyeron con un muy buen final para un set corto para mi, y un poco más extenso para los que madrugaron en la noche de invierno.

Unos minutos después llegó el turno de la segunda y última banda soporte: SEPTO. Banda que pude apreciar en su totalidad y de la que puedo afirmar que verla en vivo es sumergirse en un viaje hermoso. Cuelgues de 10 minutos, temas que van, transcurren por un lapso de tiempo indefinido y vuelven a la mente de a poco, muy despacio, como para romperla en pedazos de manera lenta, pero a la vez firme. Ese es el efecto que produce escucharlos en vivo. No hace falta saltar, no hacen falta bengalas, trapos ni ninguna otra vestimenta para verlos arriba del escenario. Sólo se necesita estar parado, cerrar los ojos y dejarse llevar. Interesante propuesta la de SEPTO.

Sacudiendo el cielo

Pasadas las 2, la banda quilmeña salió a escena ante el fervor del público que ya tenía prendidas sus bengalas y saltaba de euforia agitando paraguas y banderas.
“Presagios” fue el tema elegido para la apertura, al que le siguió “Hoy en este lugar” y el seguro próximo “hit” de la banda “Sacudirán”. Luego llegó el turno del cover de los mexicanos de EL TRI “Cuando tú no estás”, en una versión que vienen haciendo hace mucho tiempo, pero que no por eso deja de ser buena. “Corre corre” fue otro de los temas nuevos muy coreados por un público que ya conoce y canta la mayoría de los tracks que componen el último disco “Detrás del cielo”. Con “White trash” se llegó a uno de los puntos más altos de la noche, para luego seguir con “Desterrado” y retirarse del escenario para tener un breve descanso de 20 minutos.

La fiesta está abajo

A la vuelta comenzaron con una versión lenta de “El sueño no tiene color”, luego completada en versión original. Al rato llegó el turno del clásico de la banda: “Venir andando”, seguido por “No hay perdón” y “Me pongo la 10” para euforia de un público que no paraba de agitar ni un momento. Un rato de espera, y el cierre con “Apago la luz” y nuevamente “Presagios”.
Fin del recital, sin saludo, aviso o sugerencia.

Hay que ser sincero y admitir que esta vez la fiesta se dio abajo y no recíprocamente como suele pasar en los recitales covacheros. Problemas con el sonido, fastidio de los músicos, o quien sabe qué cosa desmotivaron a una banda que hizo pausado su recital y hasta repetitivo, en el que a pesar de todo la gente despidió de la mejor forma y con ese apoyo incondicional que sólo los fanáticos saben dar a una banda que ésta vez, lamentablemente, no estuvo a la altura de lo que suele y sabe dar arriba de un escenario. La revancha, el 7 de Agosto en República Cromañon.

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