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Un unplugged re plugged

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Cada MegAcústico tiene diferentes formatos, según el artista. El primer recital de este año fue el de LUIS ALBERTO SPINETTA, quien realizó un eléctrico bastante zapado, no por decisión sino porque no habían ensayado. Luego siguió un increible show de LAS PELOTAS, quienes sí hicieron algunas canciones que no suelen estar en sus conciertos, tocadas de manera semi acústica.

Con la incógnita sobre lo que haría CATUPECU MACHU en nuestra cabeza, nos acercamos al boliche de San Telmo. Allí en la puerta, aproximadamente a las 20hs, se podía ver cómo ingresaban los fans e invitados más retrasados y cómo aguardaban muchos que se acercaron con las ganas de verlos, pero sin los tickets para hacerlo.

Desgraciadamente, la primera canción –“Refugio”– apenas pudimos distinguirla desde el bar del lugar, mientras esperabamos para ingresar. Una vez adentro pudimos disfrutar de muy lindas versiones de “En los sueños”, de la antigua “Hay casi un metro al agua” y de “El número imperfecto”.

El fondo del escenario estaba cubierto con un telón, delante del cual se ubicaba el tradicional mosher, algunas lámparas y la banda, que contaba a JAVIER HERRLEIN con un nuevo set de percusión, a MACABRE cercado por teclados, a GABRIEL RUIZ DIAZ rotando entre su computadora, su bajo, un teclado y una guitarra acústica, y a FERNANDO RUIZ DIAZ aportando su voz y guitarra.

Luego de una tranquila interpretación de “Plan B: Anhelo de satisfacción” de MASSACRE, FERNANDO quedó solo en el escenario para cantar “Cuadros dentro de cuadros”, (el que siempre entonaba “fuera de lista”) con su viola. Después de eso se sumó GABRIEL en los coros para “Entero o a pedazos”.

Entre el público había de todo. Desde algún niño que le gritaba “¡genio!, ¡capo!” a FERNANDO, hasta los que saltaban, pasando por muy bellas mujeres, gente de traje, algunas caras más o menos conocidas y algunos que se habían ganado los tickets sin saber muy bien que iban a ver. Así fue como algunos celebraron la llegada de “Ritual” y otros la de “Origen extremo”, en una versión más que interesante.

El final fue llegando, desgraciadamente, y las ralentadas interpretaciones de “Magia veneno” y “A veces vuelvo” fueron las últimas canciones que sonaron. Pero como ya se está haciendo costumbre -así como la explicación- hicieron un bis, repitiendo “Origen extremo”, con la advertencia que aquellos que quisieran hacer pogo lo hicieran en ese momento porque se estaban yendo.

Del lugar nos retiramos con tres ideas en la cabeza: la promesa hecha de la banda de repetir el formato en La Trastienda, las ganas de beber el “Luigi Bosca” que tomaba FERNANDO (provisto por la radio, como él mismo diría) y con el grito de GABRIEL retumbando en nuestras sienes: “Este fue el único acústico con pogo y mosh”. Y tuvo razón.

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