RESEÑAS
Un demonio aplacado

DEMONIOS DE TASMANIA era una de las grandes promesas que hacia mediados de la década pasada rondaba la escena del rock nacional. Esa que era producida por DARGELOS, y que también lo fue por MELINGO, de la que los músicos hablaban, que teloneaban a PRODIGY y que, repentinamente, se separaron en el 2000.
SHARLY, su líder, sigue al frente de lo que sería su mutación: DDT. Esta especie de grupo bastardo que aún conserva a su padre que le pasa la manutención, porque sus antiguos progenitores ya no están más. La banda es casi toda nueva. El nombre es mas o menos nuevo, ya que ahora es una sigla –y que no por eso pierde su historia- y el sonido cambió.
Y de entrada, cuando pasan minutos de la media noche, DDT ya se está haciendo notar detrás del telón. “Stanley” -a dos baterías- es el tema que abre el disco y que inaugura una velada que será animada por una banda que optará por la comodidad antes que por el riesgo.
Pocas palabras, inmediatez, buen sonido, letras directas -aunque medio superficiales- y la potencia típicamente rockera son los ingredientes de una receta que se sabe simple.
Llegando al límite de las comparaciones absurdas, el show del pasado sábado de DDT es lo más parecido a una torta de Chocolinas: no será excéntrica pero no desagrada y todos alguna vez la probamos. Y si bien puede ser cierto que no todo el mundo vio a DDT en vivo, la banda echa mano a los recursos que la ubican en el peor lugar: no son copia ni tributo a nadie y tampoco son sumamente originales. Lo que hacen está bien. Y ya.
En piloto automático recorren todas sus épocas: Desde la “Niñera” de ”Sexcalectric” (editado en 1995) hasta “Sudamerican express”, de su reciente disco. Así, ambas épocas, DDT y DEMONIOS DE TASMANIA, conviven en el show con temas como “La droga de moda” y “El corte inglés”. Y sería injusto no resaltar la heterogeneidad de la lista, y más teniendo en cuenta que están presentando un disco nuevo.
Pero a esta presentación no le faltaron los invitados. Para “The fiesta” subió ALEJANDRO SERGI de MIRANDA!, quien aportó las caras y movimientos que a SHARLY le faltan. Más apagado que cuando juega de local, el frontman de Miranda! sumó pero no opacó.
Otro que se hizo presente fue MARCELO LOPILATTO, cantante de LOS LATIGOS, quien hizo los coros en “Weekend”, aportando actitud. No es que SHARLY no la tenga, pero hay veces que parece que no disfruta de estar en el escenario y que lo suyo es un vestuario retro y no más.
Tras esta visita, se vino “Elegante Sport” y así el final, quedando en el pasado un poco más de veinte canciones y sonido prolijo. Así fue el modo en que DDT presentó su flamante disco “DDT”: un show lineal que los fans disfrutaron.
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