RESEÑAS
Un dandy en Lugano

“Nostalgia en continuado” anunciaba PANGARO al presentar su show con BACCARAT en el último cine de barrio, el que observó desde sus butacas estrenos de ayer, estrellas porno de medianoche y “sanadores” salmos evangélicos de día. Nada parecía más indicado que esta orquesta para añorar los tiempos dorados del cine de ambiente intimista y homenajear, si se quiere, al séptimo arte (y lo digo así, como si fuera Rómulo Berruti, mientras agito mi whisky frente a la foto de Marilyn).
Tras un breve interludio instrumental, se escuchó “La sombra de tu sonrisa”, primer estándar jazzero de la noche. SERGIO, trajeado en blanco, se lucía en interpretación, presencia, carisma y simpatía, todo aquello que lo vuelve un gran showman y un “entretenedor” deluxe (en El Progreso, en El Club del Vino o frente a la fábrica Brukman, da igual), alejándolo de la amargura y la apatía típicamente rockeras.
Para la segunda canción subieron las chicas del grupo, la rubia y la morocha, y completos empezaron con el repertorio habitual, que incluyó “Suave swing”, “Arte” y la estupenda y efectiva “¿Cómo hacer un hit?”. Entre tema y tema, PANGARO se mantenía tan irónico y verborrágico como de costumbre, presentando cada canción y momento (“Es lindo el lugar, tiene mucha acústica, no sé si es buena, pero es mucha no?”).
No es verdad lo que dice él, pero es verdad lo que haga
Algo incontenible por los problemas del sonido (o del sonidista, me quedó la duda), PANGARO se tiró al piso. “Me siento mal” dijo, “necesito medicina” y el grupo apuró una sutil versión del clásico “Autumm thieves”, que lo revitalizó al instante. Recuperado, siguió con “Gigoló” y la infaltable “Boogaloo”, canción que encendió la noche y descontroló al cantante, que aprovechó para hacer sus habituales piruetas fallidas, reptar unos metros por el escenario y bajar hacia el auditorio para escalar butacas y pisar sobre ellas alentando al público.
Con el show en clima, alguien gritó: “Una chacarera!” y casi al instante empezó a sonar una a pedido, levantando polvareda y a la gente. “La chacarera es un ritmo power” dijo Sergio y para continuar con el calor, se entregó al viejo e indescifrable poder del rock and roll para versionar “Hablo de Ti”, del eterno CHUCK BERRY.
Al final llegaron las dudas: ¿Con qué cerrar?. Alguien sugirió “Arriverderchi Roma”, pero la directa asociación con la tristísima “Cinema Paradiso” desechó por completo la propuesta a pesar del vínculo directo (el cine terminó quemado, el niño llora, Alfredo se quema también y se queda ciego, un bajón!).
Mucho mejor fue que hayan elegido “Hippie en Constitución”, fábula exquisita y fantástico relato a ritmo a go go del desventurado viaje a la capital del dolor de un inocente hippie del Bolsón. De las últimas gemas del repertorio del grupo y muestra de la suspicaz mirada y lectura de PANGARO y de su más que interesante letrística.
Quizás no fue el mejor recital de BACCARAT, pero tampoco el peor. En verdad, estuvo muy bien, ellos siempre cumplen en calidad musical, en creatividad, en diversión y en actitud. Digamos que PANGARO es el único dandy que me cae bien (él y los DANDY WARHOLS, nadie más). El show me pareció un lindo detalle y son los pequeños detalles los que hacen las grandes diferencias.
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