Un ATTAQUE en Temperley

Con las entradas agotadas, la banda comenzó a tocar pasadas las diez y media de la noche. Así, en el comienzo, sonaron temas como El cielo puede esperar, Ella y El abuelo.

MARIANO MARTINEZ se hizo cargo de las voces en El ciruja para que, acto seguido, la gente comenzara a cantar el clásico Oh, soy de ATTAQUE, es un sentimiento, no puedo parar.

Luego de El perro y de una intro grabada, tocaron Canción inútil. Redemption song, Vacaciones permanentes y El jorobadito continuaron.

Mientras en la parte de atrás del lugar se había montado un stand de tattoos y se dejaba oír el ruido de las agujas, la banda siguió con Jumper, Do you wanna dance y Cambios.

Ojos de Polla

Páginas pegadas, No te quiero más y un amague de Y ahora que de LA POLLA se dejaron oír en el local de Temperley.

Después de Chicos y perros, la banda explicó que estuvieron grabando su nuevo disco y que tenían muchas ganas de tocar. Acto seguido se despacharon con el primero de los dos temas nuevos que presentarían.

Cuando había pasado alrededor de una hora del comienzo del show, la banda tocó los últimos tres temas de su set: Cual es el precio, Canción del adiós, tema de CRISTIAN ALDANA de EL OTRO YO, y Pagar o morir, con el que se retiraron del escenario.

Minutos después volvieron con un anuncio sobre un chico que necesita ayuda para operarse en el exterior, llamado Johny. Luego tocaron el segundo tema nuevo de la noche: Ojos de perro.

Cuando la banda había arrancado con Beatle, un escupitajo hizo que el show se detuviera por unos minutos y que MARIANO comenzara a hablar sobre “las agresiones de dos o tres boludos” y como eso quitaba las ganas de seguir tocando.

Solucionado el inconveniente y terminado el tema, presentación de la banda mediante, el show concluyó con Donde las águilas se atreven.

Una vez más, ATTAQUE demostró su poder de convocatoria reventando el local del sur del Gran Buenos Aires y calmó la ansiedad de sus fans hasta la salida de su nuevo disco.