RESEÑAS

Un adiós Sancamaleónico

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Víctima de la colgadez veraniega, la cobertura del recital comienza ya finalizado el set de REY MOMO, una banda originaria de La Pampa que se encargó de dar comienzo a un show que, por desgracia, no fue el hecho más resonante de la noche.

Promediando la presentación de los recién cruzaditos de Uruguay -MALAKATE-, comenzaron ha llegar fuertes voces que hablaban de un incendio en el toque de CALLEJEROS: muchas versiones y nada seguro. Lo único que compartían las hipótesis era el carácter de tragedia.

En tanto, los músicos del país vecino intentaban acaparar la atención de los pocos espectadores que se habían arrimado al escenario para oír lo que hacían y sumergirse un poco más en el ambiente. A fuerza de un power rock con la impronta del otro lado del charco y con una presencia protagónica de los caños, conjuraron una presentación potente y armoniosa donde sonaron temas como “Naciendo”, “Alpiste”, “Fuerte”, “La Nube” y “Quilombero”, entre otros.

Pasadita la medianoche el recinto comenzó a poblarse y, poco a poco, empezó a verse menos espacio entre cuerpo y cuerpo. Minutos antes de que comience NUCA, el paisaje estaba compuesto por una vasta cantidad de jóvenes pegados a sus respectivos celulares que tranquilizaban a sus interlocutores al afirmar que el siniestro que anunciaba la tele era en otro lugar. Sin embargo, lo cierto es que, antes de que arranque la anteúltima banda de la noche, el aire ya estaba viciado de un malestar irreparable.

Encabezado por el ex ARBOL CHAVEZ, arrancó el tercer grupo de la noche con una batería de temas en los que denotaron el virtuosismo, pero la actitud escénica no tan avasallante que, tal vez, caracteriza a las bandas relativamente nuevas. Buenos colchones de vientos, un scratcher que le pone mucha onda a las composiciones y algún que otro arreglo vocal hacen de NUCA una banda interesante.

Pese a no haber probado sonido y tener que ajustar volúmenes sobre la marcha, tocaron temas como “Alicuado”, “Vientito”, “Saliré”, “Angelito” y “Paraway”. Sobre el final del set introdujeron en sociedad una de las rolas que formarán parte de “Máquina de La Pampa”, la nueva placa que saldrá a la venta en 2005, porque, fiel al pensamiento del cantante, “año nuevo, disco nuevo”.

Para cerrar la fecha, que en principio fue armada para despedir el año de una manera afable y solidaria al mismo tiempo –se recolectaron juguetes para la casa de Chaco-, estacionaron en el escenario los muchachos de SANCAMALEON, quienes con un sonido compacto pero amplio en calidad, y un espectáculo bien ensayado hicieron de un noche siniestra algo menos crudo para su público.

Encendieron motores con “Hiperfurgón” y seguidita al grito de “¡Vamos, gente!” en la voz del cantante FEDERICO CABRAL, arrancaron con la festejadísima “El Norte”. La lista continuó con “Abrí tu boca”, “La Patada” –corte de difusión- y “Si te vas”.

Más tarde hubo tiempo para la presentación de “Adiós”, una nueva canción que probablemente conformará el próximo disco de la joven banda. Guiados por el cantante -que a juzgar por sus bailes guarda cierta semblanza con el CABRA de LAS MANOS DE FILIPPI-, DIEGO FARES (viola), DIEGO FERNANDEZ (bajo), NICOLAS MOAURO (batería), PATRICIO PEREZ (teclas) y ROMAN MONTANARO (percusión) siguieron a todo dar con “Carne”, “Tuco” y la bella “Mi Chica Peruana”, en la que CABRAL estuvo a cargo de la acústica.

Según lo que se pudo ver el jueves, un recital de SANCAMALEON tiene un gran número de cosas en las que uno puede distraerse, que van desde la actitud de los músicos y su facilidad para mechar estilos en un mismo verso –del ska a cosas que parecen inspiradas en GLEN MILLAR- hasta la sorprendente situación que se da cuando algunos aficionados se suben al escenario y se quedan deambulando por ahí sin ser echados.

Ya en la mitad del recital vinieron “El miedo”, “Sanca” –con un aire a bossanova-, “Santería”, “Un día de estos”, “El camino” y “La venganza de la Pachamama”. Fue antes de hacer las dos últimas rolas que se hizo el primer y único comentario alusivo al siniestro de Cromagñon.
“Estamos todos conmocionados porque es un garrón, pero lo único que podemos hacer es tocar una canción para alegrarlos”, propuso FEDERICO ante una sincera ovación que sirvió de preámbulo para las más agitadas de la noche: “Sambodromo” y “Arriba!”.

Cinco años lleva la vida de SANCAMALEON, y en ese tiempo han logrado cosas convencionalmente meritorias, pero lo más importante es que esas instancias a las que han llegado son muy valiosas para ellos. Han despedido un año muy bueno en lo que hace a lo musical y a lo difusivo, y esperan uno aún mejor con una fecha en el Cosquín Rock y las preparaciones para un nuevo disco. Una banda diferente que, debido a sus aptitudes y ganas, por lo único que tiene que preocuparse es por seguir para adelante y continuar con la actitud que, según DIEGO FARES, sostiene al grupo: “El arte por el arte”.

Nota del Redactor: Utilizo el medio para expresar mis más sentidas condolencias para con todos aquellos que de una u otra manera hayan sufrido los trágicos sucesos de la noche del 30 de diciembre. Terrible es que debamos aprender a los golpes, pero, por respetos a las más de 190 vidas que terminaron tan dramáticamente, reevaluemos nuestras actitudes como integrantes de esto tan lindo que es el ambiente del rock, para quitarle todo lo nocivo y pernicioso y para que pueda ser lo que, a mi criterio, la mayoría desea: una expresión cultural sana e integradora. Saludos y que venga un año mejor para todos.

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