DISCOS
Tu novia sabe

Sabés que hace calor en todos lados, no se puede estar en paz en ningún lado sin que algo tan externo a nosotros, como lo es el clima, nos moleste. Calor, frío, humedad, aire plástico. El verano es un desastre. Por más pollera ajustada y finita que te estimule la vista; aunque algún padre buena onda meta un par de frutas en la licuadora -no sin un chorrito de ron- y le ponga sabor a una tarde de jueves; pese a que sepas que ese gritón que relata sea un veleta de aquellos y prometa que ese pibe de 17 años que la mueve y la mueve, la va a romper, vos se lo creés, pero porque no hay fútbol y hay que conformarse con veintidós tipos duros por el sol, las furiosas fiestas en las que quizás hayan sido el centro de atención y otros vicios. El verano apesta.
Una chica con gustos pop, pero pop bien, le va a cambiar la tónica a estos tres condenados meses. Te tira un notición y le hacés caso. Es linda, tiene onda, es re inteligente. ¡Y tiene buenas tetas!
Cambiás el motor de búsqueda, pasás de la G a la T!, tipeás “morrissey + years + of + refusal + 2009” y después de probar varios links ya caídos, llega para someterse al control de tu dedo índice derecho.
Suena. ¡Cómo suena! Hi-fi, al repalazo, guitarra, bajo, batería, algo de teclados, rock, algo medio punkie. Y la voz más maravillosa de Inglaterra. OK, sin la oscuridad post punk de los Smiths, quizás. ¿Y?
Lo que digan las letras, no importa. Para la primera escucha no importa en absoluto, no vas a querer a afinar tu inglés justo ahora, no tiene el más mínimo sentido. Te guardás en la retina de tus oídos -si es que eso existe- las melodías más redondas que puedas escuchar un domingo. Empieza un tema que ya conocés, porque es el mismo que suena ininterrumpidamente en la web oficial. Cuando lo escuchaste por primera vez, no cerraste por un rato largo la ventana de la página porque creías que era la banda sonora más hermosa que podía mejorar esa mañana. “I’m throwing my arms around Paris”.
Anotás mentalmente: “Me encantó el quinto track”. Cuando “Years of refusal” terminó degirar, te bajaste de la cama y leíste en voz alta el título: “All you need is me”. ¡Qué gran frase! Simple, soberbia, tierna. Hetero/homo/bi-sexual, lo que quieras. Volvés a teclear en un buscador, ahora esa frase, mientras ponés play y repeat en el reproductor.
Seguís googleandoy leés la letra del tema, te enterás que el disco recién se edita el 2 de febrero; que, en la tapa, Mozz alza a un niño que quizás sea parecido a él; a cada archivo vas editándole los tags como corresponde y lo cargás en tu celular con mp3. ¿Decías que el verano era una bazofia? Por lo menos, ahora no la vas a pasar mal en el bondi.
Arranca “One day goodbye will be farewell” y te engancha tanto como las siete dosis de pop anteriores. Después te emociona el “aaahhhh” falseteado y dolido de “It’s not your birthday anymore”. Ni siquiera hace falta buscar esa letra porque ya le encontraste un significado. Es más, hasta te deja sin palabras.
Entonces no tenés mucho para decir sobre un nuevo disco de este tipo; inútil es querer describirlo, tan solo lo escuchás. Hay que hacerle caso a las recomendaciones de los que saben, especialmente si son mujeres. Ellas saben. Esa novia sabe. Pero las novias de otros. Esas son las que más saben. ¿Sabrás que con tu novia escuchamos Morrisey?
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