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Tres volcanes

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No decimos nada nuevo al afirmar que la industria discográfica se encuentra en un claro barranco cuesta abajo. Quizás por este motivo, Gran Martell decidió editar su tercer disco en forma independiente, y regalar el lado A en su reciente show en Niceto.

Con mayores momentos de calma, en “Un volcán” los sacudones son más estéticos que rítmicos. Las erupciones furiosas de las composiciones de sus primeros discos están ausentes, pero no se las extraña. Los cuatro temas del álbum se destacan por la construcción de verdaderos paisajes sonoros. El tema que da nombre al disco es un claro ejemplo. Una batería pesada sobre la que Fargo dibuja pinceladas oníricas de distorsión, todo rodeado por un exquisito arreglo de cuerdas a cargo de Álvaro Torres, y el planteo existencial de la lírica: “¿Cuánto abrís? ¿Cuánto das?” desde la voz de Araujo.

“El amigo del rey”, elegido como tema de difusión, quizás sea el que más se adapte al “easy-listening” que requiere un primer corte. Sobre una sólida base vuelve a lucirse la guitarra de Fargo, primero con un melodioso arpegio en la estrofa, luego con un punteo más sucio en el estribillo, para terminar con dos pequeños solos en duración, pero enormes en exquisitez.  

Hace un tiempo que Gran Martell dejó de ser la banda de los ex (Divididos, Redondos, Porco) para forjar un nombre propio. Un nombre que tiene su marca, su firma, en esa búsqueda estilística constante, y ese no conformismo y comodidad de las fórmulas preestablecidas. Pero aún más interesante que la búsqueda es lo que logran encontrar: rock sin etiquetas, en donde la creación y la originalidad son abanderadas de tres verdaderos virtuosos en la ejecución de sus instrumentos.

 “Ojos desiertos” podría haber sido incluido en el (Un)plugged de Soda Stereo. Comparte con aquel disco ese sonido acústico-cósmico en donde se entrecruzan seis cuerdas de nylon con una eléctrica y sus efectos, creando un contraste placentero. Jamardo, autor de la letra y música del tema, también se hace cargo de la voz. El EP cierra con “Perro por bozal”, en donde se destaca como invitado Richard Coleman en un gran solo de lap steel. El volcán demuestra no ser tanto de furia, sino de creatividad.

“Una banda de rock inquieta a nivel artístico”; así se autodefine Gran Martell recientemente en una entrevista. Ese adjetivo -el de inquietos- es el que los lleva a experimentar y a forjar este, su tercer álbum. Los cuatro temas nos dejan un sabor a poco. A no asustarse, para fines de este año (noviembre-diciembre) estará listo el lado B.

Redacción ElAcople.com

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