RESEÑAS

Tomar impulso

Por  | 

A cinco años de “Cuarto creciente”, el cantautor editará finalmente el próximo 20 de agosto su quinto disco larga duración, “Común y especial”. Dicha placa está compuesta por trece canciones, entre las que se destacan su primer corte, “Mimos”.

Si bien su público está ansioso por el álbum, Leo García lanzó dos EP’s de seis temas, “El milagro pop” (2008) y “El milagro dance” (2009) -se pueden bajar desde su página web-, que calmó de alguna manera  esta impaciencia.

Mientras sus fans esperan por la salida del álbum, García adelantaría durante la noche del viernes gran parte de este material, por lo que este show se convertiría en una cita obligada para sus más acérrimos seguidores. A esta promesa le sumaría un concierto multimedia, ya que para Leo el pop es 50% música y 50% imagen.

Tal como habían anunciado en la previa, el show estuvo fragmentando en tres secciones bien diferenciadas. La primera, dedicada a la parte más experimental, la segunda, a las canciones acústicas y la tercera, al repertorio más fiestero.

De esta manera, cuando se corrió el telón apareció García en el centro del escenario con su compañero DJ en su etapa psicodélica. Con dos canciones de su disco futuro, Experimental y “Algo va a pasar”, dieron por iniciada la velada. Tras el griterío inicial, el público escuchó este segmento con más atención que algarabía.

Previo a lo acústico subió un animador/humorista, que entre bromas y demás, caracterizó a los Bee Gees generando así un muy buen clima.

A continuación, Leo quedó sólo con su guitarra criolla en el momento intimista del show, en donde su bella voz alcanzó su mayor expresión. Las voces del público le dieron el marco ideal a canciones como “Isla” y “Nadie salva”. Vale destacar también sus buenas cualidades para tocar el instrumento.

“Quiero que pongamos toda la energía para Gustavo (Cerati)”, incitó el cantautor al público antes de regarles dos grandes versiones de “Lago en el cielo”, del disco “Ahí vamos” (2006) y “En la ciudad de la furia”, de Soda Stereo.

Dentro de esta porción del show, García invitó a uno de los solistas más talentosos del momento: Yul Acri. Las siguientes cinco composiciones tuvieron una atmosfera romántica. “No me gusta despertarme solo” y “Me enamoró tu amor”, dos nuevas que se destacaron.

Después de un silencio importante llegó el instante más divertido y efusivo de la noche. “Vamos a hacer un poco de ruido”, aclaró Leo previo a que toquen sus tres temas más queridos: “Morrisey”, “Tesoro” y “Reírme más”. Todo el mundo estaba de pie, cantando y bailando como si estuvieran en una pista de baile.

Con un mameluco azul y una bolsa de residuos, apareció nuevamente Leo para interpretar la canción “Mimos”. A medida que la misma sonaba, García comenzó a regalarle al público ositos, hasta que apareció un hombre disfrazado de oso y comenzó a saltar junto al cantante.

El tecno pop se había adueñado por completo del ND Ateneo con “Boy George” y “Electricistas”. Con una lluvia de burbujas y papelitos plateados se recreaba aún mejor la situación.

Si bien la pintura había formado parte de su vida desde pequeño, en estos últimos años ese amor tomó mayor relevancia. Entonces, y mientras de fondo sonaba su versión en español de “Heart”, de Pet Shop Boys, pintó un corazón en público. La despedida llegó con otra reciente, llamada “Disco rollo”.

Después del show, Leo estuvo en el hall de entrada vendiendo personalmente sus pinturas, aparte de firmar autógrafos y sacarse fotos con sus fans.

Con su nuevo disco, Leo García tratará de instalarse nuevamente como uno de los solistas pop más importantes de la Argentina después de algunos años personales e íntimos. Recuperar el terreno perdido será uno de los principales objetivos. Por lo adelantado el viernes, tiene canciones como para recobrar fuerzas.

Redacción ElAcople.com

1 Comentario

Tenés que estar logueado para escribir un comentario Iniciar sesión