RESEÑAS

Todo está en pie

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Después de mostrarse en sociedad como trío en mayo de 2009, de editar “Estallar” y de debutar en el Luna Park en noviembre, Attaque 77 arrancó el 2010 sin la tensión y la incertidumbre del año anterior.

A tal punto que al momento de estos dos conciertos, la banda había realizado sólo doce shows. De esta manera, los músicos iban a estar frescos y ansiosos por demostrar su actualidad.

De su lado

Con influencias diversas que van de Led Zepellin a Foo Fighters, pasando por The Ramones y Alice In Chains, la gente de Sr. Calavera no causó la mejor impresión entre los asistentes debido a que su propuesta no los terminó de atrapar.

Quizás que su estilo difiera bastante del de Attaque 77 los haya perjudicado; lo cierto es que sus canciones a medio tiempo no lograron llamar la atención. De igual modo, la banda sonó prolija y aprovecharon para adelantar melodías de su futuro EP, “Sueños Húmedos”, tales como “El calavera” y “Lolita”. Se despidieron con un clásico del blues: “Baby, please don’t go”.

Apenas diez minutos después del final del acto soporte se apagaron las luces del teatro y comenzó a sonar la tradicional canción “Eye of the tiger”, de Survivor, como introducción. La misma, que los viene acompañando desde el show del Luna Park, sirvió para generar el clima ideal previo a los acordes de “Dónde las águilas se atreven”.

Con los golpes de batería de Leonardo de Cecco se abrió el telón, dándole paso a la locura de sus fans, que con sus voces y bailes se adueñarían del resto de la noche.

Desde el inicio, el grupo demostró su jerarquía y profesionalidad de costumbre, aunque en los primeros tres temas el volumen estuvo por debajo de lo habitual. Para los himnos de la vieja escuela, “No te quiero más”, “El cielo puede esperar” y “Justicia”, la maquinaria ya estaba funcionando de manera genial.

Tras saludar a su gente, Mariano Martínez (guitarra y voz)  les agradeció por estar dispuestos a oír el material nuevo y a escuchar el porqué de la subsistencia del grupo. “Ojalá que a los nuevos y a los viejos fans nos los defraudemos nunca”, agregó Mariano.

Pese a que era la presentación de “Estallar”, entre la función del viernes y la del sábado tocaron sólo 10 de las 15 composiciones. Ocho de ellas sonaron en ambos días, entre las que se encuentran “Dales poder”, “Qué nos sucedió” y “Disfraz”. Sólo “Sueños” (viernes) y “Desamor” (sábado) tuvieron una única interpretación.

Si bien “Días de desempleo” (el primer corte de “Estallar”) obtuvo buena repercusión, jamás logró transmitir esa sensación de hit. Después de algunos meses de estancamiento, se cortó el segundo sencillo, “Tiempo perdido”, que provocó un resurgimiento del disco. Con una melodía más redonda y ganchera, Attaque 77 logró darle una nueva vida al álbum.

Desempolvando

Con la base de Martínez y Luciano Scaglione (bajo y voz), Attaque 77 reincorporó a su nueva lista antiguas canciones tales los casos de “Western”, “Vacaciones permanentes” y “Jodie”, entre otras. Todas ellas adaptadas al formato de trío, por supuesto.

De estas reversiones, la que más sobresalió fue “Tres pájaros negros”, con una introducción a dúo entre Leonardo y Mariano que generó gran euforia entre sus fans. Sin embargo, el descontrol total llegó en la parte veloz, donde El Teatro tembló.

El combo de melodías ska compuesta por “Tucho” y “Ska del éxodo” generó rondas y diversión por doquier. Acá Luciano reemplazó su clásico bajo por el no tan usual contrabajo, y reconoció que no le resulta sencillo tocar ese instrumento. Luego Mariano les agradeció a sus fans por tanto fervor.

Después de un break de tres minutos, los músicos reaparecieron con la camiseta del juicio y castigo a los genocidas. “El gobierno está haciendo lo que tiene que hacer”, aclaró Mariano. A continuación le pegaron una nueva melodía, “Memoria”, en relación al tema.

El cierre vino acompañado por tres canciones súper coreadas como “Beatle”, “Chicos y perros” y “Perfección”, de Legião Urbana. Acá Martínez demostró estar más sensible y agradable que en épocas anteriores, ya que sus alabanzas constantes al público no son habituales en él.

Hace casi 15 meses, cuando debutaron como trío, las dudas sobre el futuro eran enormes. Primero para saber cuáles iban a ser sus sensaciones sin Ciro Pertusi a su lado, y segundo saber cómo reaccionarían sus fans ante éste cambio trascendente. Hoy da la impresión que estas dos incógnitas se han resuelto favorablemente, y que la banda se va consolidando de a poco con este nuevo formato.

Redacción ElAcople.com

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