RESEÑAS

Todo en familia

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Fiesta Pampeana

A las dos menos cuarto de la noche, El Condado quedaba en completa oscuridad, salvo por tres intensas luces rojas que abrieron camino para el charango de LUCIANO KANTZ, dando los primeros acordes de “Brillante sol”, anunciando una inminente fiesta.

Uno a uno, los ocho integrantes fueron subiéndose al escenario para mostrar la completa identidad de la canción. Coros angelicales, un bajo a cargo de RICARDO JOHNI que se sentía más que se escuchaba, y las constantes palmas iban develando el alma de la banda y su relación con el público.

Sin espacio para el respiro, la banda enganchó con “Mundos matungos” -con aires de carnaval y murga- y “El vago”, en el cual el despliegue de los vientos (SEBASTIAN CASTILLO en el saxo tenor, y SALVADOR RODOFILI en el saxo alto) agregaron exquisitez a la composición.

Con los saxos bien al frente, “Donde amarrará la historia” desenvuelve su poder musical y lírico, mientras que sobre el escenario, una pantalla presenta el video de la canción, en el que desfilan las imágenes más tristes de nuestra historia, con pasajes como “yo imagino una bahía recubierta por gaviotas / hambrientas por ver sus días, sin el ruido de las botas (nunca más)”, y el grito de “ninguna vida se olvida”.

Es que PAMPA YAKUZA profesa una lírica de conciencia social, que no falla en evocar a los sentimientos y recuerdos más profundos de cada uno de los espectadores, como puede verse también en “Puede ser”, uno de los temas mas poderosos que escuché en mucho tiempo, en donde quieren despertar al espíritu humano, recordándoles que “el cambio está en tus manos / depende de mí y de vos”, mientras condenan a una “maldita policía tirando a matar / maldita justicia que oculta la verdad / política asesina, basura en sesión / robándose las migas, de esta nación” e imploran “que no te acuesten, aunque estés en la lona”, para ponerle piel de gallina a todo aquel que tenga corazón.

Los matices y texturas dentro de un mismo tema demuestran un florecimiento creativo que desemboca en la perfecta ejecución de los instrumentos y la pasión vocal de HERNAN SARAVIA, como canal comunicador entre la banda, y el corazón y la mente del público, quien no puede evitar aplaudir y saltar en estribillos que explotan con guitarras distorsionadas y líneas de saxo que tocan fibras intrínsecas, acompañados por juegos de luces que resaltan la creciente adrenalina e intensidad.

A continuación suena “El debe”, donde RODOLFINI demuestra una vez más las texturas que su voz es capaz de agregar, cuando se complementa con la de SARAVIA. Le sigue “Idilio eterno”, con un slide hipnótico y un sólo melódico, envuelto en un sutil wah-wah, a cargo de ADRIAN BRUNETTO y su Telecaster.

Luego de agradecer plenamente el apoyo de su público, sonó “Desde el umbral”, tema que no se encuentra en el disco, derrochando alegría de la mano de la hiperactiva percusión de GUSTAVO VITALE, y una poderosa batería a cargo de ARIEL VIALE. Luego del ska demoledor de “Gloria al Diez”, la banda amaga con retirarse, mientras que la gente corea enérgicamente versos de “Carnaval para tu desconsuelo”, tema que le da nombre a la última placa de la banda.

Prosiguen con una dulce armónica que le da pie a “Contra las cuerdas”, con dos voces que le cantan a los buenos tiempos y al optimismo, y un público que se hace cargo de la tarea vocal en cuanto la banda los deja solos, con la batería y la percusión como única base, para terminar en una armonía a capella.

Para “Buena suerte”, la banda contó con PABLO ROSAS a cargo del acordeón, para darle un ritmo casi cuartetero. “Hagamos uno” contó con PABLO WEHBE, cantante de AZTECAS TUPRO, como invitado, mostrando una vez más, la enorme amistad que hay entre estas dos agrupaciones. El show concluye con el tan pedido y tan festejado “Carnaval para tu desconsuelo”, una canción que toma vida con una base de charango, transportando a todos a un lugar puro, de la mano de un público que ya se transformó en un gran coro gospel, cantando y festejando la vitalidad y alegría que le transmite la banda.

PAMPA YAKUZA profesa la alquimia de ritmos tradicionales casi olvidados por el género (ya sea la samba, el camdombe o el carnavalito) y los mimetiza con el poder del rock y el “swing” del reggae, creando un género muy propio. Regando los vergeles de la creatividad libre sin prejuicios ni limitaciones, gracias a una simbiosis perfecta entre sus integrantes, complementándose, y brillando sin egoísmo. Recordando que lo importante es la canción.

Grito Azteca

A las tres y cuarto de la mañana, AZTECAS TURPO se subió a contar el segundo capítulo de una fiesta de amistad, hermandad, y espíritu reggae. Abrieron con “Dibujos”, que sin pausa se fusiona con “La presión”, desplegando un estribillo pegadizo, combinado con coros potentes y un solo del teclado a cargo de HORACIO ANTELO, logrando acelerar los latidos del público que coreaba sin cesar “No me aplastes, dame un día sol / Desperta mi corazón”.

Inmediatamente, envueltos en un jugueteo inocente de luces, le rinden tributo a EL “Alma rebelde” del gueto -BOB MARLEY- acompañando por el vitoreo e inmaculadas imágenes de esta figura, ya convertida en apóstol. “Skabaires”, la cual cuenta con la colaboración de FERNANDO RUIZ DIAZ en el disco, imparte un poder ska combinado con pasajes heavys que ponen a El Condado en el aire, con la constante incitación de PABLO WEHBE, tanto con su fuerza vocal como con su hiperactividad sobre el escenario, saltando y bailando como si no hubiese un mañana.

Le siguieron “La hoguera”, la cual podría caracterizarse como un reggae más clásico, “El Nagul”, la introspectiva “El Camino” -con un ataque a dos guitarras y un sólo poderoso a cargo de FEDERICO FASSA que desemboca en un final bien funkeado-, siguiendo con el estreno de la contundente “Vaciando”.

Al grito de “¡fiesta!”, la banda se despacha con una versión más que festiva de el clásico de THE CURE “Boys don’t cry”, con un estribillo reforzado de pasión y distorsión, complementado con un gran juego de luces, haciendo una espectacular versión de este clásico.

“Para la siguiente canción, no quiero ver a nadie parado”… Dicho y hecho. Para cuando “Boomerang” explotó, el pogo llegaba a su nivel más alto. Esta canción ciertamente recuerda a grandes como RAGE AGAINST THE MACHINE por su musicalidad, sonido y fuerza; con dos voces que reflejan ira y frustración, recordándonos que “no hay que hacerle daño a aquellos que nos lo hicieron, porque todo lo que va, vuelve”.

Para “El 74”, las luces se apagaron por completo y el público pudo disfrutar de un fuego artístico que descendió desde las tablas para posicionarse a nivel del suelo, de la mano de la negra Fernanda y Marina, quienes con sus malabares incendiarios hipnotizaban, creando una hermosa postal de las siluetas hechas con sombras de la banda sobre el fondo del escenario.

El show se acerca a su fin de la mano del estribillo pegadizo de “La kumbia”, y del reggae que se muta en un ska-rock intitulado “Señales de humo”, haciendo que el cuerpo salte desenfrenado, aunque la mente esté agotada.

Luego de agradecer plenamente a todos sus seguidores, amigos, familia y demás, la banda se retira, para volver cinco minutos más tarde y desplegar la leyenda de “La vieja”, obligando a todos a bailar, algunos a caballito, saltando y coreando el estribillo como un cántico de la cancha, desembocando en un solo de percusión y batería a cargo de ARIEL VIALE y DANIEL BOSCO respectivamente, que deja al público rogando por otra “dosis” de esa incontrolable energía que la banda s,Como cierre de su gira “Sin Fronteras” PAMPA YAKUZA y AZTECAS TUPRO se presentaron en El Condado brindando una alta dosis de energía alegría fraternidad y muy buena música. Gran cantidad de público asistió a una verdadera fiesta»

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