ENTREVISTAS

Stuka: “Acá perdés la furia y te volvés kirchnerista”

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Hablamos con el histórico guitarrista de Los Violadores, que este fin de semana se presenta en la costa atlántica.

Loco, joven, crispado, energético, vivo y furioso; todos los calificativos que le pueden caber a Gustavo Fossá, más conocido como Stuka, salen a la luz cuando uno entabla un dialogo con él. De vuelta en el país para una gira por la costa atlántica, se reunió con El Acople.com en un bar de Palermo para contar pasado, presente y futuro de su persona y todo lo que todavía lo hace enojar. Punks not dead.

¿Cómo te trata Buenos Aires?

Bien, bien. Siempre bien.

¿Lo considerás tu hogar?

Sí, viví afuera pero nunca me separé de Buenos Aires. Y como estuve viviendo legalmente, entonces siempre pude salir y entrar. Buenos Aires es mi hogar, el resto son lugares de paso. Viví en Miami, Los Ángeles, Seattle, así que nunca me agarra nostalgia. Tengo suficiente movimiento allá.

Cuando era más chico pensé que sólo vivías en Miami y me parecía raro porque no asociaba a esa ciudad con el rock.

Un productor me decía “Yo no entiendo como vos e Iggy Pop viven acá” y a mí siempre me gustó Iggy Pop y veo que somos iguales (risas). Miami es una ciudad que tiene mar y a mí me encanta el mar. A los 7 años había vivido en Brasil, en la playa. Y lo que tiene Miami es que es una ciudad grande; podés vivir, podés mantenerte, podés tener una familia. Eso en las ciudades chiquitas no se puede. Además, geográficamente está bien ubicada para nosotros. No extraño nada, me visitan todo el tiempo, me la paso cruzando argentinos y gente de los diferentes ghettos latinos. Está puesta toda esa idiosincrasia en una ciudad que no es la tuya.

¿Y en cuanto al laburo ahí?

Y, laburo hay de todo. En las buenas épocas toco, y tengo un estudio de grabación, laburo con eso, salgo de gira. Voy mucho a Seattle, tengo un hijo ahí. Me muevo.

¿Y ahora qué se te dio por hacer esta gira playera?

Bueno, como dije, siempre me gustó la playa y estaba extrañando un poco. Hace 15 años había hecho con Peyronel una gira por la playa y bueno, ahora me habían ofrecido un show en Pinamar y dije “ya que estamos hacemos un par más”. Y con lo que estoy más entusiasmado es que con la banda que estoy ya hace algunos años está sonando. Siempre venía muy poco, venia una semana o diez días y no llegábamos a afianzarnos, pero después de todos estos años ya se va afianzando y estoy con un disco nuevo, haciendo temas nuevos, ensayando. Para no tener que hacer el año que viene los 30 años de “Fuera de sektor” (risas).

¿Y ese disco nuevo viene para el lado más guerrero?

Hay de todo. No me gustan los híbridos, cosas que hacen ahora acá. Los cubanos hacen salsa, los colombianos cumbia porque saben que son buenos para eso. Los argentinos éramos rockeros, porque no hay otro ritmo popular después del tango y el folclore. Yo viví toda mi vida el rock. Entonces odio todas esas bandas que salieron a partir de Bersuit y Los Piojos. Esos me gustan (señala mi remera), los Black Rebel Motorcyle Club matan. Y el rock te mantiene el espíritu joven, hace que la gente se sienta joven, hasta cambia la estética de las personas. El rock, cuando es de verdad, perdura todo el tiempo.

Bueno, hoy escuchaba a Los Violadores y tiene cosas de emblemas del punk, pero ustedes siempre tuvieron una cosa re melódica.

Y yo creo que la melodía es fundamental. La combinación de fuerza y melodía hace que el rock sea interesante. Las cosas extremas… son como un esqueleto sin la carne. Si tenés la fuerza del rock y la melodía, hacé que el cuerpo sea completo. Si no es como una cosa re melódica pero que le falta la fuerza o si no es una cosa extremista, como los hardcore. Creo que la música está completa cuando tiene fuerza y melodía.

¿Siempre fuiste consciente de eso? ¿Buscabas eso cuando componías?

No sé si fue consciente pero lo bueno fue que salió naturalmente. Cuando la música la hacés sin demasiado conocimiento musical, creo que logra emocionarte. Ahí está completa.

¿Y te corre esa misma chispa ahora cuando hacés los temas nuevos?

Si,  trato de que me emocione todo el tiempo, sino no sirve. Hay veces que veo las cosas demasiado complicadas y las abandono. Tiene que tener esa cosa riesgosa. La música tiene que hablar.

Esta gira que hacés se llama “Y ahora que playa, eh”, ¿es un chiste o es algo especial? Porque justo se cumplen 30 años de “Y ahora que pasa, eh”.

Es sólo un slogan gracioso; como Viografía con V por Violadores. Es una cosa graciosa. Pero estaba organizando la gira y no caí en la cuenta de los 30 años, después me di cuenta. Además es un disco muy importante para Violadores, más que nada por tener “1,2, Ultraviolento”, ¿no?

¿Te pesó alguna vez ese tema? De decir “uff lo tengo que tocar de vuelta”.

No, me hubiese pesado más no haberlo tenido (risas). Pero fíjate que las bandas de punk rock no son hiteras. Capaz por ahí Green Day y esas bandas pero ¿cuánto paso? Las bandas de los 80… Los Sex Pistols no tenían un hit, tenían un disco. Los Clash recién con “Sould I Stay or Should I Go”; eran discos, eran conceptos. Ese álbum tenía “1,2, Ultraviolento”, pero después teníamos muchos temas: “Ellos son”, “Bombas a Londres”. Teníamos un montón de canciones que podían equipararse a “Ultraviolento pero se dio así; por el momento, por el lugar, por lo que estaba pasando.

¿Ahora pensás tocar ese disco entero?

No, no. Estuve ensayando “Revolución”, “Nada ni nadie”, “Ultraviolento”, “Comunicado”, cosas del primero como “Moral y buenas costumbres”, es muy probable que venga Gramática a tocar. Y después muchas cosas nuevas para ir fogueando y afianzarme y venir a tocar esas canciones, pero siempre con Violadores también. El show tiene que ser fiesta.

Y un poco es ese espíritu. Me decís lo de Gramática, hace poco tocaste con Pil. ¿Qué pasó ahí? Se limaron asperezas, estamos más grandes…

Con Pil en su momento nos peleamos porque yo quería parar un poco, ya veníamos desde hacía diez años, bancándonos a los milicos, el quilombo con el juez. Y él me dice que sí, que está todo bien y después se va con el Polaco y siguen con otro. Y eso me re jodió. Ahí fue el distanciamiento principal. Después, también, en 2000 cuando volvimos fue el mismo tema: dije de hacer algo cada tanto, él siguió con el Tucán y bueno… Además con el Tucán la banda tampoco tocaba todo el tiempo. Pero bueno, él en su historia, yo en la mía, pero ya está. Limamos asperezas, está todo bien. Y una vuelta de Violadores, no sé la verdad. Estoy bien con él abajo del escenario, ya no sé cómo sería arriba. No te puedo asegurar nada. Yo tengo el objetivo de hacer cosas con mi banda ahora, estoy enfocado en eso. Si alguien viene y me dice “Quiero hacer algo con Violadores” yo digo “Ok. ¿Qué me propones”. Acepto, pero me tenés que proponer algo concreto.

¿Y la banda que tenés ahora de dónde los conocés?

Bueno, el guitarrista estaba en Sentimiento Incontrolable. Los otros dos son hermanos, los conocí en Martínez, son fans de Violadores. Y estamos armando canciones nuevas que me están haciendo emocionar.  Estamos totalmente creativos.

¿Creés que es duro para vos ahora sacar material nuevo?

No sé porqué… Yo tiro temas, se me ocurre algo, lo grabo y lo subo. Y ahí voy viendo si les gusta o no. Hace rato no saco un disco, desde Stukas en vuelo que no saco nada. Yo trato de abrirle un poco la cabeza a la gente; no pueden ser tan estructurados y menos con el rock. Que sean estructurados con los políticos, no con un músico de rock. A nosotros nos mataban a veces.

Pero incluso con los Viola intentaban abrir las cabezas. Yo escucho “Fuera de sektor”

Y bueno, pero ese disco acá lo defenestraron. Fuimos a Perú y explotó. Esa es la que me gusta: tomar a la gente por sorpresa. Sino hacé Agapornois, andá a lo seguro. Creá algo nuevo.

Igual yo no siento que alguna vez te repetiste, y siempre arriesgaste. Por ejemplo con Stuk@Pil…

Ah ese fue un invento raro: todo con computadoras. Esas cosas arriesgadas… chocás con la estructura de la gente. Capaz que perdés masividad pero no perdés autenticidad. Y hay bandas que perdieron eso y terminan haciendo algo que no sabés qué es.

¿Y todavía te gusta denunciar eso en las canciones?

Sí, la desigualdad sobre todo. La desigualdad tendría que estar despareciendo porque tenemos una tecnología que nunca tuvimos, da miedo. Si los políticos encararan eso a favor de la gente, ya estarían muchas cosas solucionadas. Pero no, se hacen los boludos porque si no se les acaba el negocio. Eso es lo que hay que denunciar. La ciencia va a hacer que la gente tenga las necesidades básicas satisfechas. Yo veo porque uso anteojos, porque un científico los hizo, no gracias a Dios o no sé qué. Por eso los políticos son lo mismo que la religión; cuando la gente tenga todas las necesidades básicas satisfechas ellos no existen más. Y eso es a lo que yo apunto dentro de un rock and roll.

Y supongo que en Estados Unidos eso lo ves más. Es el país de la ostentosidad.

Igual ahí te hacen ser esclavo. ¿Querés la Ferrari? Ahí la tenés, pero la vas a tener que pagar toda tu vida. Para pagarla toda tu vida tenés que estar en el laburo que te provee para pagar el crédito, que te hace estar atado a la tierra. Eso hace que dejes de ser libre. La abundancia de ellos es para hacer a la gente más esclava. No le están dando la solución a sus necesidades, le están vendiendo humo. Lo que está mal es el mal uso de recursos ¿Por qué? Porque cada invento nuevo que hacen deja a mucha gente sin laburo. Yo voy a un banco y ya no hay gente que te atienda, es todo automático. Es una inteligencia artificial total. Pero esa misma inteligencia vos la podés usar para cubrir las necesidades alimenticias de la gente. Eso está confirmado que es posible y no lo hacen. ¿Pero qué hacen? Usan esa inteligencia para invadir a los árabes. Porque les funciona más el negocio de las armas que el de la comida.

¿Creés que podés hacer una diferencia con tu música?

Yo no creo que el rock cambie a nadie, pero podés generas una conciencia. Pasa más de padres a hijos; el cambio se tiene que dar desde las raíces. El tema es no conformarse con lo primero que te dan. Algo de eso de “No sé lo que quiero pero lo quiero ya”.

Veo que no perdiste la furia…

Y… allá no podés. Acá la perdés; acá no solo la perdes, acá te volvés kirchnerista.

 

* Las próximas fehcas de Stuka:

23/1 Pinamar – El Refugio

24/1 – Mar del Plata – Vinoteca Perrier

25/1 – Mar de ajó – Prix

6/2 – Uniclub – Buenos Aires

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