ENTREVISTAS

Springlizard

Por  | 

El flaquito hiperkinético de patillas que tocaba la mandolina y la armónica en Los Álamos es fácilmente reconocible. Se llama Jonah Scwartz y junto con Andrés Barlesi -también del mismo grupo forman un dúo country-folk llamado Springlizard. Para este proyecto se olvidan de los cables y amplificadores, y con guitarras acústicas latosas, mandolina, pegándole bien fuerte al piso con los tacos de sus botas, le regalan melodías entrañables a un género clásico.

Jonah llegó de Filadelfia y se unió a Los Álamos. “Los conocí en un lugar que se llamaba Potlatch Alaska. Después del show, me puse a hablar con Peter –líder del grupo-, y nos hicimos amigos. Dos semanas después, ya estaba tocando con ellos. A Andrés lo conocí después, por los varios amigos que teníamos en común” 

Ahora Los Álamos tocan cada tanto porque Peter se fue a vivir a Francia, pero la razón de ser de Springlizard no es la temporaria separación de la anterior banda de Jonah y Andrés, sino la necesidad de darle espacios a la canción folk y a pasajes instrumentales de banjo y guitarra a la vieja usanza. En Springlizard prima lo armónico y por esto también se diferencian de los caóticos Palos Borrachos, otro grupo country donde ambos participan. “Springlizard es un proyecto quizás más personal y reducido en todo sentido, es mucho menos improvisado. De hecho, funciona porque sabemos que cada nota tiene que ser precisa, cada golpe tiene que caer justo. Los Álamos también tiene esa tenencia en el estudio, pero improvisamos mucho más, y en vivo a veces los temas cambian totalmente. Con Los Palos nos solemos poner tan en pedo que a veces ni nos podemos parar… Estructura cero”. 

Tienen un límpido LP, “Dreams of the wolf”, que consta de doce temas y su edición fue hecha totalmente a mano. Esto tiene como interesante consecuencia que ninguna copia es igual a la otra. Cada comprador tiene entonces en sus manos un lobo etéreo único dibujado sobre el cartón que guarda el disco.

En vivo se alejan de la prolijidad que proponen en el álbum: por momentos gritan y le pegan duro a sus instrumentos, como si se tratara de dos verdaderosrednecks borrachos cantando por novias perdidas en los porches de sus casas. También los instrumentales tienen lugar como en el tema Osalobua Rekpama de slide triste, con una melodía que se queda dando vueltas en la mente por días.  

¿Su folk acústico y en inglés tiene un buen recibimiento por estas latitudes?
Si, vendimos bastantes discos, la gente siempre viene a felicitarnos. Pero por el hecho de hacer música folk que no es ni folclore ni Dylan mucha gente no nos quiere entender porque quizás, lo que hacemos requiere algo de oyente. Nunca nos van a invitar a tocar en un festival grande de acá, ni pasar un videoclip en la tele, porque no es muy vendible lo de Springlizard. Pero ya a esta altura ni siquiera nos interesa. Nos gusta tocar y compartir lo que hacemos con las personas que nos quieren escuchar.

Además de presentarse en nuestro país, recientemente cruzaron la cordillera hacia Chile. “Estuvo increíble. Siempre nos tratan bien en Chile, nos tratan como hermanos, ya sea con Los Álamos o con Springlizard, o simplemente cuando vamos a pasar música. Tocamos cuando fechas con varias bandas de alta calidad: Matias Cena, Perrosky, The Ganjas. Conocimos a un montón de gente hermosa. Siempre nos alienta estar con amigos que tienen un pensamiento parecido a lo nuestro”.  

Conocelos

Myspace
Facebook

1 Comentario

Tenés que estar logueado para escribir un comentario Iniciar sesión