Soy torero y pongo el alma en el ruedo

Andrés Calamaro cumplió su sueño de ser torero por un día. En la ciudad española de Huelva, enfrentó a una ternera. “¡Qué aventura de respeto y cultura, palabras mayores!”, dijo.

Es conocida por demás la pasión que despierta en Andrés Calamaro las corridas de toros; si supo renunciar al progresismo, en una ocasión, con tal de defenderlas de quienes querían prohibirlas en Cataluña.

Pero, ahora, el cantante fue más allá y logró cumplir uno de sus más grandes sueños, el de bajar él mismo al centro de una plaza y ser torero, en la ciudad de Huelva (Andalucía, España).

“¡Malamente pude dar dos pases! Me olvidé de los conceptos y la técnica, pero me puse delante de una brava”, explicó después el Salmón, emocionado. Vale aclarar, por cierto, que enfrente tuvo una ternera, de nombre Aguardentosa.

“Me dejé mirar por esa vaca buena, ¡qué animal bravo y noble, que no paraba de venir y venir! ¡Qué aventura de respeto y cultura, palabras mayores! Era un animal de trapío y bravura que no paraba de entrar al caballo, al capote y a la muleta”, agregó.

Y, finalmente, dedicó más palabras a su rival de ocasión: “¡Tentamos a Aguardentosa y se ganó la vida: va a vivir 18 años pariendo cada año y se salvó del matadero! Quiero profundamente a esa vaca”.

Por su parte, este humilde redactor repudia la práctica que tanto ama el gran Andrés. No obstante, lo felicita por cumplir su sueño y, también, le desea mucha suerte para cuando se anime a pararse frente a un toro.