RESEÑAS

Soy bosnio, no fumo

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En las largas colas para entrar al Luna Park se escuchaban acentos raros e idiomas extraños por doquier, y muchos que se acordaron a último momento mendigaban por entradas y rezaban por encontrar un revendedor. Es que a tres años del recital que la NO SMOKING ORCHESTRA dio en La Trastienda, la Juventud K (K de Kusturica, de rock, de punk, de ska, de klezmer) se amplió desmesuradamente. Y con shows como el del jueves pasado, sin lugar a dudas seguirá creciendo sin límite.

El grupo apareció en medio de una grabación pomposa liderado por EMIR KUSTURICA y el genial DEJAN “THE JUDGE” SPARAVALO (que justificó su apodo luciendo una coqueta peluca con largos bucles canosos). Comenzaron tranquilos con un tema de cadencia oriental que se ganó la primera ovación. Fue el único momento medianamente calmo de la noche: “The rest of the night will be punk night” anunciaron, y surgió el DR. NELLE KARALJIC. Decir que es el cantante sería quedarse extremadamente cortos: el DR. NELLE es un showman histriónico, un tornado hecho persona, una cruza de IGGY POP y Roberto Benigni. Como lo presentó el propio KUSTURICA, NELLE es “the best performer of the world”. El resto de la banda no demostró estar mucho más cuerdo que KARALJIC y todo fue diversión y delirio en exceso en las dos horas siguientes.

El público bailó a los saltos con los temas más cercanos al ska y los clásicos pertenecientes a Unza Unza Time y Gato negro, gato blanco y también festejó las canciones de Life is a Miracle, el soundtrack de la última película del director bosnio. “The devil in the business class”, un post punk balcánico con percusión marcada, la guitarra rugiente y los ataques del “sexy saxo” subió aun más el nivel de energía del lugar. Con “Was Romeo Really a Jerk” hubo un paso de comedia muy festejado. Se encendieron las luces del estadio hasta que encontraron a una supuesta Julieta entre la gente, la subieron al escenario y le dieron una irónica serenata donde le espetaron un verso cruel: “Quizás vos seas Julieta, pero yo no soy tu Romeo”. Igual la chica lo disfrutó.

Lo que ocurrió durante “Wanted man” tuvo que ver más con el circo que con el rock. La música parecía ser la banda de sonido de un Far West del Lejano Este donde hay una pelea de cowboys en medio de un bar mitzva. Las pruebas que hizo “THE JUDGE” mientras tocaba esa canción ya forman parte de la mitología del rock en la Argentina. Una de sus extravagancias casi indescriptibles fue la de hacer un terrible solo frotando su violín contra un inmenso arco que dos chicas sostenían por sobre su cabeza. Hasta el loco Dr. NELLE se habrá sorprendido con la conducta de su compañero durante la larga zapada. “Pitbull Terrier” puso a todos a un metro y medio del suelo con su estallido hardcore y “Bubamara” (“Are you ready to make a revolution?” fue la pregunta que hizo el Dr. antes de atacar con este tema con melodía de cajita musical alienada) precedieron a “When life was a miracle”, el último tema antes de los bises.

Cuando regresaron al escenario, el Dr. NELLE vestía una camiseta de Laferrere como en aquel viejo show de La Trastienda. Con la tuba de GORAN POPOVIC marcando el ritmo y agrupados como un coro de borrachines cantaron juntos una canción tradicional de los Balcanes y se despidieron tocando nuevamente con eufórico salvajismo “Wanted man”.

El público argentino cada tanto se enamora de un artista o una banda del exterior y se crea una relación afectiva. A juzgar por las caras de la gente que se retiraba del estadio y parafraseando a Roberto Galán, podemos decir que se ha formado una pareja.

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