RESEÑAS

Smell like teen spirit

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Unos minutos habían pasado de las nueve de la noche cuando GABRIEL GUERRISI, guitarrista desde la partida de EZEQUIEL ARAUJO, irrumpe en el escenario. Los aplausos no se hacen esperar a medida que, de a uno, los músicos van ganando la escena. Los últimos son los hermanos ALDANA, almas maters de esta banda nacida en el sur del Gran Buenos Aires hace veinte años.

Sin demasiada previa se larga el primero de los casi treinta temas que conformarán el show de dos horas que la banda tiene previsto dar. “Alma gemela”, de su flamante disco “Fuera de tiempo”, es el primero de los temas, seguido de los clásicos “69” y “10.000.000” . A continuación se viene “Cometa”, también del nuevo disco, en voz de la XX de la banda.

Primeros cuatro temas y una multitud de adolescentes se sacuden en plena efervescencia. El mosh de los chicos alternativos y las Fernanditas es “apaciguado”(!?) por unos cuantos muchachos de seguridad obligados a trabajar en forma. Mientras, en el escenario los temas se suceden y, en tanto que MARÍA FERNANDA toca el bajo dando saltitos, CRISTIAN escupe cada una de las letras con importantes movimientos de cabeza aloCOBAIN (o, dependiendo del sentimiento que despierte el cantante de E.O.Y, podríamos homologarlo con WEIRD AL YANKOVIC en “Smell like Nirvana”).

Abajo, la masa teen disfruta de “La música”. Ellos con buenos pogos y muchas de ellas a caballito, con o sin remera (si cuando descendieron, se las empomaron al paso, es un dato que realmente no tengo), cantando cada una de las canciones, sin hacer diferencia entre las nuevas y las viejas. En una competencia de coros, “Locomotora” y “Neutro”, temas nuevos, no pierden ante “Mascota del Sistema”, incluido en “Espejismos”, del 2004.

La calma que antecede al huracán

Casi una hora de show había transcurrido cuando entran guitarras electro-acústicas y un teclado, que se ubica detrás del micrófono de FERNANDA. Se viene la parte más “relajada” del show, en donde el público se toma un respiro al son de temas como “Bajo la guerra” , de “Colmena”, entre otros.

Le euforia vuelve a subir y antes de irse insertan “Alegría”, “Fuera de Tiempo” y “Hoy aprendí” con RAY FAJARDO, su baterista, apuntando unos reflectores hacia el público. Vuelven con “Hombre de mierda”, con pasajes reggae, ska, cumbia y heavy, improvisados entre el cantante y el baterista. Mandan “La tetona” y empiezan a narrar un sinfín de anécdotas y agradecimientos propios de un CRISTIAN ALDANA de entrecasa, distendido, que relaja el ambiente. De la nada empiezan con esa narración, de amor enfermizo, llamada “No me importa morir” y, tras dos horas, dan por concluido el show.

Lejos de las medias tintas, EL OTRO YO, es una banda que, a mi criterio, despierta sentimientos extremos: te gusta o no te gusta. Esta banda, que se aleja del más o menos, dio un show que encantó a sus seguidores. Lo lograron apoyándose en una buena lista capaz de generar buenos climas. Con mucha contundencia desde lo sonoro, un mensaje claro y unas pinceladas de distensión que dieron la pauta de que, tocando, los muchachos la pasaron bien.

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