RESEÑAS

Ska, punk rock y cuarteto en Cemento

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AL CAPONE AND THE FUNNY BAND y SKAINEKEN fueron las primeras bandas en subir al escenario de Cemento. Como no estuve presente cuando tocaron, omito mi comentario sobre ellas y paso directamente a lo que sí presencié.

Minutos antes de la una de la mañana, los chicos de INFIERNO 18 salieron a escena ante un escasísimo público. Arrancaron con la versión en castellano de “Do you wanna dance” y luego tocaron algunos temas de su nueva placa “Efecto Secundario”, como “Justicia”, “Serenata del 900” y “Cultura”.

Siguieron con los covers, tal vez en busca de alguna respuesta (que nunca llegó) por parte de los presentes. Y sonaron “All the small things” (BLINK 182), “I wanna be sedated” y “Rockaway beach” (THE RAMONES). Llegando al final, el joven guitarrista anunció: “Para los que les gusta el punk rock…”, y tocaron un fragmento de “Solo”, de la nueva promesa (?) del punk rock nacional: AIRBAG. Al toque la cortaron al grito de “¡Aguante FLEMA!”, para enganchar con un tema de esa banda, “Anarquía en la escuela”. Y se despidieron, tras media hora de show, con otro cover de los RAMONES: “Blitzrieg bop”.

Circo musical

No se si fue un sueño o un delirio, o si realmente lo viví. Para ser un sueño, creo que fue demasiado real. Para ser realidad, fue bastante extraño. La cuestión es que pasadas las dos de la mañana, trece músicos/malabaristas/acróbatas coparon el escenario de Cemento, ataviados con trajes multicolores, lentejuelas y lunares. “Buenas noches, este es el circo de LOS CALIGARIS”, saludó la voz del grupo. Y ahí nomás comenzó la función.

Cuando uno intenta narrar los sueños, muchísimos detalles se pierden en el camino. Es difícil describir con exactitud las imágenes y sensaciones que uno vivió en ese mundo de fantasía, -y por otra parte, llevaría mucho tiempo-. De todas formas, y para no dejar con intriga a los lectores, intentaré al menos brindar algunas pistas para que puedan comprender este increíble mundo de LOS CALIGARIS.

Cuarteto-cumbia-ska. Humor, energía y diversión. Los trece músicos alternan instrumentos con malabares, saltos y acrobacias. Y por momentos se suman algunos personajes extraños, como el hombre-sandía o el enano más enano del mundo. Es imposible no disfrutar con semejante espectáculo: mitad circo, mitad recital. O mejor, un circo musical.

¿Más pistas? Letras muy graciosas y originales. ¿Ejemplos? Una adaptación del tema “El oso” (de MORIS) -en la voz del tecladista- que cuenta la historia de la persona que se olvidó de cerrar el candado. Comienza diciendo “Yo vendía cubanitos en el centro…”, y reemplaza el estribillo –coreado por todos los músicos- con “oso puto, porque te mandaste a mudar”.

Y hay más: alfajores cordobeses de regalo al público (claro, porque la banda es oriunda de la provincia de Córdoba); coreografía de YMCA –caracterizados con los respectivos atuendos- y en el final, la pirámide humana.

Como todo circo, su objetivo es divertir al público, y vaya si lo logran! Hasta los más reacios a este tipo de música no pudieron evitar reír con alguna de las ocurrencias del grupo. Ovaciones y fuertes aplausos de todos los presentes fueron la despedida a la banda. Aún dudo si fue una fantasía.

La hora de despertar

Cuando el reloj marcó las tres de la mañana, los vientos de WDK comenzaron a sonar. Al ritmo de “Qué necesitas?” volví a la realidad para ser partícipe de una fiesta ska-punk. A mi alrededor todos bailaban y cantaban eufóricos.

“Perdedor”, “Voy colgado”, “Ay ay ay” y ”Pasaporte” fueron los temas que siguieron. “Muchas gracias por hacer el aguante y quedarse hasta tan tarde”, saludó CHUCKY (voz y guitarra). De nada.

Con un sonido prácticamente inmejorable, los músicos brillaron sobre el escenario. La evolución musical del grupo es realmente notable, y cada uno de los presentes disfrutó a más no poder de este show. Si bien la concurrencia de público fue menor a la esperada, eso no amedrentó a la banda, que –como siempre- dejó todo sobre las tablas.

Los temas viejos fueron los más festejados: “Contigo hoy”, “Satisfactorio”, “Golpes” y “Sensación pura”, este último con bengala incluida. Pero con los nuevos no se quedaron atrás. “Hule”, “Diversión” y “Al frente” hicieron mover a la masa.

“Este es el último tema, ¿qué quieren escuchar?”, preguntó NICO (bajo y coros). Y los pedidos se hicieron oír. Finalmente ganó “La muerte”, y algunos de los seguidores coparon el escenario para bailar y cantar. Abajo la fiesta continuaba.

Tras poco más de una hora de show los músicos se retiraron del escenario por unos minutos, y ante la negativa del público a retirarse volvieron para los bises. “Ciudad central” y “Para vos” fueron los últimos que sonaron.

Al final, la larga espera por la banda principal valió la pena. LOS CALIGARIS entretuvieron por demás. Y como ya es costumbre, los WDK no defraudaron.

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