RESEÑAS
Siete vidas, dos teatros

No me pregunten porqué, pero siempre que voy a un show en algún teatro, me siento incomodo. Más cuando uno sabe que va a tener ganas de saltar y agitar. Sentirse preso de una butaca no es lo mío, y creo que tampoco lo es para gran parte de los presentes en el ND/Ateneo el pasado fin de semana.
Pero no a todos les pasa lo mismo. Muchos se vistieron con sus mejores galas y partieron hacia el teatro ubicado en Paraguay y Suipacha. Sobre el escenario descansaban los instrumentos delante de un fondo negro, mientras una bandera reposaba sobre el piso: “Si los amantes del blues van al infierno, vacío debe estar el paraíso”.
Siete vidas, doce temas
El show estaba anunciado a las 22 horas y apenas quince minutos después la banda ya estaba tocando “Todo otra vez”, último corte de su disco “Siete Vidas”.
La primera parte del show consistiría en un repaso de la nueva placa. Así fueron pasando temas como “El 16”, “La casa”, “Bebo por amor” -en la que se unió un acordeonista invitado-, “Testigo”, “Tarde (hasta para un gato)” y el cierre con “Sopa de huesos”. En perfecto orden cronológico, sonaron las doce canciones que aparecen en el disco.
Al ser todos temas prácticamente nuevos, el público se dedicó a escuchar respetuosamente las canciones y a agitar “sus patitas” al son. La banda igual se muestra super compacta, con buenos arreglos de vientos y una buena comunicación con su audiencia.
Un RICARDO TAPIA muy comunicativo agradecía a “su” gente. “Muchas gracias, así los quiero ver, felices” y después de casi una hora, dejaron el escenario para dar paso al vídeo de “Todo otra vez”, del que participaron RICARDO MOLLO, ANDRES CIRO (ambos muy aplaudidos) y CARLA PETERSON.
Esta fiesta empieza a quemar
“Tus amigos”, tema de “Bagayo”, dio comienzo a la segunda parte del show. Durante los cuarenta minutos siguientes se despacharon con temas como “Piso de madera”, “El detalle” -en el que la gente se dignó a pararse de sus butacas- y “Con la misma moneda”, después del cual se escuchaba a la gente cantar: “La Mississippi, la puta que lo parió”.
“¿Seguimos?” repetía TAPIA a cada rato, esperando una obvia respuesta por parte de los presentes. El cierre de la segunda parte fue a todo trapo. Así sonaron “El fierro”, “Ahora vengo” y “Mala transa”.
Harían dos tandas de bises. La primera incluyó a “El blues del equipaje” y “La danza de la lluvia”, en tanto en la segunda tocaron “Mala transa” y “Café Madrid”, tema que fue pedido aún antes que salieran a escena.
Un muy buen show que sirvió no solo para presentar oficialmente un disco, sino para demostrar el buen momento musical que atraviesa la banda.
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