Siete bandas, cinco horas…

Primera parte

Se abre el telón –metafóricamente, ya que éste no existió- y da inicio a una larga noche. Los primeros en salir fueron los chicos de ANACRONICA, quienes lograron un particular hard rock con matices latinos, provenientes de una percusión escasa, pero muy bien ejecutada.
El público iba llegando, aproximadamente veinte personas…

Luego fue el turno de TATO, un grupo con “rocanroles” pegadizos, que lograron hacer bailar a unas dos, o a lo sumo tres parejitas seguidoras de la banda, destacándose por el cover “Cerca de la revolución”, de CHARLY GARCIA.

Ya había pasado una hora de recital, y sorprendentemente seguía entrando gente, habían alrededor de treinta personas agolpadas e indignadas por el poco espacio que el recinto les daba(¿?). Fue momento de ver el show desde el fondo para poder respirar un poco mientras anotaba.

Y si, la gente de BERNARDINO ROCK?, había llegado, a eso se debía el “tumulto”. Brindaron un show de media hora, en la que tuvieron tiempo para: quejarse del sonido, romper una cuerda, y por supuesto, tocar!. Destacándose así “Lo que queda”.

“Cerveza y gaseosa a dos pesos en la barra, cinco minutos, cerveza y gaseosa de medio litro, dos pesos en la barra”

Anunciaron dicho mensaje y esos pocos que miraban el desempeño de las bandas se empezaron a acercar a la barra para buscar su cerveza o gaseosa a precio promocional. No hace falta aclarar que no volvieron.

Segunda parte

Y fue una verdadera lástima que no hayan regresado, porque se perdieron el desempeño de los “quinceañeros” de LARVAS -una de las bandas más destacadas del festival- que le brindaron todo su punk melódico a un selecto grupo, entre ellos: madres –orgullosas, sacando fotos-, amigos del “cole” y hermanitos menores, que a esa altura habían transformado Cemento en una cancha de fútbol.

¿Quien vino a tocar?

Puesta en escena: Luces y humos propios, batería con doble bombo, dos lanzallamas que alumbraban el escenario y un cartel con luces fluorescentes con el nombre de la banda.
Público: Enardecidas tres personas.
Ambiente: Familiar.
Recaudación: No especificada.
Banda: SUBMARINO PIRATA.

Pero con qué ganas tocaron estos muchachos, la verdad muy emocionante ver como el cantante le hablaba al ¿público? Y les presentaba la banda a medida que pasaban los temas.

Musicalmente, sonaban muy potentes, con un baterista que se hubiera llevado unas cuantas palmas de haber habido mayor cantidad de gente, mientras que los demás integrantes acompañaban con un buen desempeño, tanto escénico como musical. Tocaron poco más de media hora y se retiraron… saludando!

Era el turno de MANICOMIO, banda con un estilo muy Rock & Roll clásico, quienes sin tener un disco grabado, ya han participado satisfactoriamente en varios concursos logrando hacer circular sus temas. Se destacan “Sarajevo”, “Chica fashion” y “Argentina, pasión de multitudes”.

Tarde, pero seguro.

Finalmente llegó el turno de ACTITUD SOSPECHOSA, banda oriunda del barrio de Caseros compuesta por: TINCHO (voz), PANA (batería), PELU (bajo), RIFLE y FRAN (guitarras), y BOBBY (saxo), quienes le desplegaron toda su mezcla de rock, ska, y alguna que otra pincelada de murga, a un público parado, que solo observaba el desempeño de la banda acompañándolos con algunos (pocos) cantitos.

Abrieron con “Usé”, pasando luego “Tiempo” y “Te quemas”, todos temas de su primer y único trabajo, “Rockable”.

También adelantaron algunos temas nuevos, además de ofrecer una “perla”, como lo fue “Banderitas y globos”. Tanto éste como su tema “Pelado” denotan una clara devoción hacia LUCA y el legado de SUMO.

Luego de casi una hora de show, los integrantes se despidieron con “Siempre igual”, anunciando su próximo recital, que será el 6 de Septiembre en el Mocambo de Haedo.

Cinco horas pasaron desde la primera hasta la última banda. El público se fue recambiando constantemente, quedando de espectadores solo unos pocos amigos. Quizás la larga lista no motivó a que haya un público estable, por lo que este festival no fue a favor de ninguna causa, y ni siquiera le sirvió a las bandas como vidriera. Una pena.