Show para unos pocos

¿Qué hacer un domingo? Por lo general no es el día más “divertido” de la semana. El pasado fue un tanto particular. El gran premio de Mónaco, para los seguidores de la F1. Coria y Zabaleta se enfrentaban buscando un lugar en los cuartos de Roland Garros. Boca y River protagonizaban otro clásico. Y además de todo esto, CIELOFINAL se hacía presente en el local ubicado en Scalabrini Ortiz al 600.

Cuando faltaban cinco minutos para llegar a las once de la noche, la agrupación pisó el escenario de El Marquee. La finalidad de CIELOFINAL era continuar presentando su segundo disco “Hundido en el Tiempo, No te Cansa Imaginar” y repasar los temas de su primera producción “Miradas” editada en el año 2000.

La banda que lidera ESTEBAN PRIETO recorrió de manera íntegra su discografía. “La vuelta” y “Malvinas” fueron algunas de las seleccionadas por el grupo para hacer referencia a su primera producción.
La segunda placa de la banda fue transitada en diferentes momentos del recital. Sin duda, los mayores honores fueron para la canción que nos dio la bienvenida: “Donde va la nostalgia”.

Discreción arriba y abajo del escenario

Un público muy reducido acompañó a la banda. Si bien no era muy numeroso, éste cumplió de manera muy discreta el “rol” de público. Efusividad en algunos momentos –sobre todo en “Peregrino” y “Sentirse más que Dios”. Aplausos al principio o al fin de cada unos de los temas. Poguito de unos pocos y de corta duración. Tranquilos e incondicionales. Los presentes no se preocupaban por el cambio de Cavenaghi. Para ellos, era más importante corear cualquiera de los temas de CIELOFINAL.

La banda conformada por ESTEBAN PRIETO en guitarra y voz, GONZALO CUETO, en bajo y LEONARDO PAZOS en batería dio muestras de una buena performance. Buena acústica y una interpretación casi impecable.

Recital sin mucho despliegue. Poco ambicioso, pero efectivo. Temas nuevos, temas viejos. Mucha calidad a la hora de interpretar. Buena oportunidad para disfrutar de la banda. Para que los de Boca sigan festejando. Para que los de River dejen de pensar en la madre de Pellegrini. Un show que fue un domingo y por eso pasó desapercibido. Muy bueno, pero para unos pocos.