DISCOS

Sexo, droga y rock and roll

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Se apuró un poco Toti Iglesias en aclarar que “Salir a robar”, la primera canción del nuevo disco de Los Jóvenes Pordioseros, “Abstinencia”, no es una apología del delito sino una descripción de una realidad, en la que incluso el protagonista de la historia resiste la tentación del hurto a pesar que la necesidad apremia. Y no es que el héroe pintado no trabaje, sino que su jefe no le paga. Por supuesto, la problemática relatada se cuenta sobre otro rock del sello de la banda, siempre mostrando la influencia de Viejas Locas; de hecho, el álbum en planos generales tiene ese sonido, ese ritmo tocado con energía.

La preocupación del cantante por dejar en claro qué dice el primer tema se comprende, sobre todo teniendo en cuenta el nombre del álbum y de algunas de sus canciones que podrían suscitarle cuestionamientos; además de “Salir a robar” y la que da nombre a la producción, están “Hija de puta” y “Narices caras”. Y es que si lo van a acusar de algo, que sea por lo que quiso decir; problemas para hacerse cargo de lo suyo nunca mostró el ex Hijos del Oeste.

Como de costumbre, la cuestión viciosa está presente en todo el disco, aún cuando no se la convoque intencionalmente. Por ejemplo, “Gabriela” fue dedicada a una antigua novia de Toti, pero sin conocer esto pareciera tratarse otra vez de esa mujer blanca: “Gabriela es tan buena, cuando caigo ella me eleva”, “Soy adicto a su amor, pago el precio que se merezca”. Y no es que se busque referencias con obsesión, pero después de escuchar tantas menciones explícitas en las distintas canciones pareciera que todo el tiempo se habla de eso: “Quiero sangrar como el tabique aquel”, “Vos vas a fumar, yo voy a tomar”, “No sé por qué te sigo, acelerás mi corazón”.

La otra temática preferida de Los Jóvenes Pordioseros es el amor (“Desvelado”, “Asesina”, “La eternidad”) y también por supuesto el rock (“Como nos gusta”). A través de sus letras, la voz del conjunto se muestra tierna a veces y también, infaliblemente, “pegada al rock and roll”. En resumen, podría citarse a la gran consigna sexo, droga y rock and roll para sintetizar lo que tiene para decir la banda. Aunque se agrega también la cuestión de la fe y, sobre todo, una novedad para el estilo musical del grupo: “Agradeciendo a Dios”, de melodía que recuerda a “Gimme Tha Power” (Molotov), incluye fragmentos del Padre Nuestro y del Ave María y habla del barrio humilde, Perón, la poca educación, armas en la boca y el Gauchito Gil.

¿Y a quién le cantará Toti “Grito”? ¿Al sexo, a la droga, al rock and roll o a Dios? Tal vez, aquí se encuentre lo mejor del disco: dejar librado al que escucha a qué se le dice: “Qué felicidad que siento al quererte, que nadie evite que yo venga a verte. Te quiero más, más que a mi vida. Grito fuerte sin parar”. Y que cada cual le cante a quien sienta ese amor pasional; al sexo, a la droga, al rock and roll o a Dios. O a todo eso junto.

Redacción ElAcople.com

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