RESEÑAS
Scratching en la nuca

“Si Árbol no hubiese pegado el volantazo en Chapusongs (02) y el hardcore latino continuara marcando su pulso eléctrico casi con exclusividad, seguramente marcharían por la misma ruta y a la par de Nuca” (Nicolás Blanco Rodríguez. Crítica del disco “Máquina de la pampa”. Los Inrockuptibles. Abril 2006) Ese pulso eléctrico del que ARBOL se alejó que Rodríguez menciona, es el mismo que NUCA mantuvo durante poco más de una hora el viernes pasado en un Niceto Club lleno pero no desbordante. La excusa fue la presentación del reciente cd de la banda, producido por el cantante de ARBOL, PABLO ROMERO, quien también participó en la producción del trabajo anterior de NUCA, “Paraway” (2003).
Desde el primer tema –“Situación”– la voz de MATIAS “CHAVEZ” MENDEZ (ex–ARBOL) producía la sensación de deja vú, esa supuesta vuelta a un momento anterior. Pero el momento presente siempre es único. Porque el scratching de “DJ RAFFA” RAFAEL GARCIA y la sección de vientos (compuesta por SEBASTIAN MARTINO (saxo alto), MARTIN GARIGLIO (saxo tenor) y LUCAS COLAMUSSI (trompeta)) fueron los elementos que daban un nuevo color al supuesto recuerdo.
“¡Buenas noches, gente!”, dijo CHAVEZ ante un público divido en dos: fanáticos que sabían cada uno de los temas y traspiraron hasta la última nota y, por otro lado, espectadores que parecieron caer por las recomendaciones de algún que otro suplemento “joven” y que se movieron un poco durante los siguientes temas: “Vamos a bailar” y “Vacante”.
Pero el momento de unión, donde las voces golpeaban unas contra otras hasta llegar al escenario, fue con el sonido casi esquizofrénico y el repiqueteo rápido en la batería de RICARDO GRIFFERO en “Paraway”, precedida por el sonido híbrido entre cumbia y ska en “Cecso”.
“Sal” fue el momento justo de conjunción de las trompetas, la guitarra de NICOLAS MARTIN y el bajo de MARIANO FERNANDEZ SOTO, mientras las luces rojas y luego intermitentes creaban el ambiente perfecto de enigma.
“Fumar” fue ese respiro en medio del recital, donde los movimientos fueron cada vez más lentos al son de la voz de MANU BELGRANO.
“Ahora vamos a hacer un cover de los ROLLING STONES”, explicó el cantante. Pero se vino “Sauco”, aunque ninguna persona protestó. Entre los saltos, la voz pegajosa de MENDEZ y el ágil movimiento de manos del dj pasaron los temas “Ya estoy”, “Angelito” y “Sube”, con mini-pogo enérgico.
“Que la música no pare” emitía una suerte de pedido pero también una orden. Y así fue: “Azufre” llevó una frialdad a todo el ambiente que recién “Hemp” elevó con un solo inigualable de trompeta a cargo de LUCAS COLAMUSSI.
“Dead” fue el falso final, el que deja a la gente con ganas de más, entre los sonidos de los vientos, la guitarra, el bajo y especialmente la bandeja del dj. Pero CHAVEZ puso las condiciones: “Nosotros tocamos otra más, pero con la condición de que vuelva la energía”. La repetición de “Vamos a bailar” y “Vacante” llevó el movimiento hacia arriba, hacia todo el cuerpo, mientras el cuello cargaba con toda la resistencia de los efectos de la música, ahí donde el scratch pega más fuerte. En la NUCA.
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