SANCAMALEON te ama

“Es raro lo que les voy a decir chicos, hasta parece corta mambo, pero como ustedes saben esto es un teatro y estamos en un primer piso, que es de madera. Les pido por favor que nos disculpen y que no salten. Queremos estar todos bien, todos tranquilos”, repitió varias veces en el show FEDERICO CABRAL (voz), luego de ver desde arriba del escenario cómo los muchachos de seguridad hacían malabares -un tanto desesperados- para contener al público que, poseídos en “Tuco”, “Abrí tu boca”, “El camino” e “Hiper furgón”, pogueaban y saltaban felices de un lado al otro como quien disfruta de esa música que logra recorrerte las venas y retumbar en cada centímetro de tu cuerpo.

Ese fue el clima en el que se desarrollo el show de SANCAMALEON en el sábado en San Telmo -luego de su gira por el interior-, y fecha que mostró la confusa situación en la que se encuentran la mayoría de las bandas no-mainstream (y under), que ante la escasez (y ausencia) de lugares habilitados para tocar en Capital Federal, tienen que lucharla y remarla alquilando escenarios con este tipo de disposiciones.

El show comenzó minutos antes de las diez con “Contra todos los molinos”, uno de los cuatro temas nuevos que prepararon para la noche y que según FEDE “forman parte de las canciones nuevas que estamos armando”.

“Adiós”, “Corzo narcotizado” y “Canción mutante” fueron el resto de las canciones nuevas que revelaron que dentro de sus planes inmediatos y futuros, SANCA planea continuar con su ofrenda de adictivas dosis de energía, sensibilidad, conciencia, buena onda y humor, a todos sus feligreses.

Los problemas de sonidos y de luces (que se solucionaron en breves intervalos), no fueron excusa para no repasar de punta en blanco su primera placa “Cancionero para niños sin fe”, disco que puede ubicarse sin pretextos en el estante de los mejores discos nacionales editados el año pasado, tanto por su impecable concepto como por la capacidad que tiene su música de transportarnos hacia distintos estados y sentimientos, en un saque.

La sexual “Carne” y el ska “Un día de estos” sonaron antes que FEDE se calce la guitarra para hacer el cover de NATAS, “Tomatito”.
En “Mi chica peruana” (el último corte del disco) más de una señorita se alzó en los hombros de esos chicos que no pudieron saciar la sed -despierta en el salto tímido y disimulado-, ya que la (falsa) barra sólo los esperaba con el Cancionero turquesa y con un “no” cuando reclamaban por un fernet o una cerveza.

Fue en los últimos cuatro temas de la noche cuando FEDE, DIEGO (guitarra), PATO (teclados), ROMANAUTA (percusión), NICO (batería) y JUAN (nuevo bajista que reemplazó al ex DIEGO FERNANDEZ), lograron romper con el clima de control moderado disparando esa seguidilla de temas hiper eléctricos “Sambódromo-La Patada-La venganza de la pachamama” que tan bien representan a la identidad del grupo.

Con “Arriba” y bien arriba terminó el show, pasadas las 11.30. Show algo inusual, pero que valió la pena por todas esas cosas (no tan simples) que SANCAMALEON se empecina en ofrecernos, regalarnos y enseñarnos. Aunque sea a las patadas.