Roger Waters se presentó en Buenos Aires

Tantos años de espera se disolvieron con las primeras notas de “In the flesh”; Roger Waters, miembro fundador de Pink Floyd, disparaba música con su bajo mientras los famosos martillos se proyectaban a su espalda y el público los imitaba cruzando en alto sus brazos. En tres horas de show, apenas interrumpidas por un intervalo de veinte minutos, las más de 40.000 personas que asistieron al estadio Velez corearon los clásicos de la mítica banda inglesa; así desfilaron temas de “A soucerful of secrets”, “Dark side of the moon”, “Wish you were here”, “Animals”, “The wall” y “The final cut”, es decir, casi todas las etapas de su paso por la banda; sorprendieron algunos inimaginables como “Set the controls for the heart of the sun” y “ Dogs”. Pero Waters no fascinó sólo con esas joyas, también revisó sus discos solistas, especialmente “Amused to death”, y cerró el emotivo espectáculo con “Each small candle”, el inédito que corona su último disco en vivo.

Si bien no fue un recital de PF, gracias a los sonidos grabados (reproducidos sobre los 360° del estadio) y a la excelente banda, se respetaron todos los elementos de las versiones originales (las voces al comienzo de “Breathe”, cada melodía de guitarra o teclado, etc).
En resumen, un show como pocos, plagado de momentos que cada uno elegirá para guardarse, de historia y de sueños.