
DISCOS
Richard Coleman: Melodías resplandecientes
En “Incandescente”, Richard Coleman ratifica su gran momento solista. Con algunos invitados de lujo, el ex 7 Delfines entrega otro álbum notable.
El disco abre con el tema que le da nombre, un mid-tempo que navega en el desamor y que anticipa una constante en el álbum: guitarras limpias con algunas acústicas acompañando en beneficio de la canción y de las armonías. Como si en cierta forma Coleman fuera un continuador de la carrera de su amigo Gustavo Cerati, el sonido de “Fuerza natural” se ve reflejado en sus trabajos solistas.
Siguiendo la línea de “Siberia Country Club”, Richard Coleman construye otro gran disco en el formato canción. No porque ya no pueda rockear -aún lo hace y en gran forma, como en “Fuego”– sino porque sus 50 años lo encuentran más maduro y explorando su capacidad compositiva. Sus probadas habilidades con la guitarra ahora son sólo un recurso más que se conjuga con estribillos encantadores y melodías apacibles.
Un disco que fue gestado, al menos en los demos, en una grabadora de apenas cuatro pistas (igual a la que usara en 1985 para las primeros registros de Fricción). Y si bien “Incandescente” está plagado de interesantes arreglos -los arpegios y el slide de “Corre la voz” (de lo mejor del disco, con Skay de invitado), o el eco de las guitarras new wave de “Lo que nos une”– esa simpleza en el primer híbrido del álbum se traduce en un conjunto de temas en donde se prioriza una producción poco ostentosa, que resalta la composición lírica y musical.
Como pudimos ver recientemente en su presentación en el Quilmes Rock, Richard Coleman se ha rodeado de una banda que sabe cómo respaldarlo, que encuentra en la guitarra de Gonzalo Córdoba un arma letal para el vivo y que le permite soltarse como frontman. Además, en “Incandescente” cuenta con invitados que elevan la performance, como el caso de Leandro Fresco aportando teclados en “Cuestión de tiempo”.
Esa madurez se traduce en un despegue con el pasado que atraviesa algunas de las letras, como en “Momento de cambios”; mientras que en “Caja de fotos” canta “estuve demasiadas veces más allá, a punto de no volver”, hoy lo encuentran edificando una sólida carrera solista en plena forma musical.
“Como la música lenta” es el excelente corte de difusión que además de presentar el disco parece resumirlo en una frase: “Silbaremos con los labios rojos, una melodía que nadie conoce y que hice mía”. Esto es justamente lo que Richard Coleman concreta: hace suyas estas fascinantes melodías.
[sam id=»2″ codes=»true»]
Tenés que estar logueado para escribir un comentario Iniciar sesión