RESEÑAS

Reggae para que despegues

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El tintineo de los platillos resuena en los oídos. El leve movimiento de una masa homogéneamente distribuida a lo largo y a lo ancho de La Trastienda es el mejor opuesto para el final de la noche. Pero para eso todavía falta.

Una de la mañana. PETY, el cantante, camina en un reducido espacio en el escenario. Juega a trastabillar por un mareo ficticio mientras la música de “Confusión” lo acompaña. Sigue “Para que despegues”, la perfecta síntesis de todos estos sonidos: un comienzo pausado y calmo que de a poco va tomando vuelo y desestabiliza en lo alto. Como el show. Como RIDDIM.

“Ritmo que resiste”, corean todos. Y de eso se trataron los últimos años de esta banda que parece estar en el pequeño podio de estandartes del género. Tres discos, diez años en el constante vaivén de eso que llaman under, casi bordeando el mainstream pero sin mezclarlo.

Gritos, aplausos y espacios reducidos se expanden en el lugar. El ritmo sigue constante con el cover de STELL PULSE, “Chant a Psalm”. Una bandera con el nombre de la banda dibujando un perfecto león se cuela entre las tablas antes de “A dónde quieres llegar”.

Cerca o lejos de las luces, el vuelo comienza a tomar altura. “Culpable no soy”, una suerte de manifiesto y queja de la situación post-Cromañón, parece irónico en un lugar que se vio favorecido por el mismo contexto.

Así como la vacuidad de sonidos logró poblar las sintonías radiales, los pequeños nichos que siempre van contra la corriente lograron salir invictos apostando más fuerte. El reggae, incluido RIDDIM, fue uno de esos pequeños espacios, hoy tal vez expandido, pero siempre firme. “Como elefantes” y “Buenas noticias”, ya himnos para el público, son el mejor manifiesto de esto.

Baladas de por medio, como “Princesa mía” y “Abrí tu corazón”, aminoran la marcha para pasar por puntos álgidos y ensordecedores como en “Remando”. De a poco, el tramo final se escurre entre las manos mientras los cuerpos parecen rebotar sin fin a pesar del cansancio acumulado de la semana.

Casi las tres de la mañana. “Conquering Lion”, “Stay away” y “Un camino positivo” forman el triplete de bajada. La pista todavía no se enfrió. Ni lo va a hacer.

“Dj cambia de estilo” resuena en boca de todos como festejo final. Ritmo ska como broche de oro para la muestra de que RIDDIM posee el estilo de Jamaica pero en el sur, como dicen en “Puedo dar más”, el último tema.

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