RESEÑAS

Reggae, aunque la lluvia no quiera

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El día sábado 8 de marzo amaneció parcialmente nublado, no hacía frío y se prestaba para pasearse con pocas ropas. Pero si ni el Servicio Meteorológico pega un pronóstico acertado jamás, menos las miles de personas que se mandaron a disfrutar de una maratón de reggae en la cancha de Morón y terminaron empapadas.

Promediaba la tarde y los alrededores del estadio del gallito eran caóticos, ya que no alcanzaba la cantidad de toldos, marquesinas y entradas de edificios para cobijarse de las cantidades industriales de agua que caían del cielo. Inteligentes los que encontraron solución a precio real en el super chino y compraron bolsas de consorcio para improvisar los llamados pilotines. Horas más tarde serían comercializadas a cinco pesos dentro del recinto por los que hasta minutos antes de hacer el gran negocio vendían gaseosas o golosinas.

El mal clima propició que la gente entrase más tarde a la cancha, debido a que ésta no cuenta con más que un par de metros bajo techo, y así se pierda algunas de las propuestas vespertinas como lo fueron EL BRUJO HIP HOP, LA CHACOTA, EBANO, TREN FANTASMA, GUATAMBU e INSPIRACION.

El escenario estaba situado en la mitad del campo de juego, por lo que el lugar quedaba más que bueno para ver un show, con una popular de frente y un buen pedazo de campo, una especie de Luna Park al aire libre en cuanto a cantidad de público.

Sonaban unos buenos reggaes de los ARQUILOCOS, y la gente se debatía entre bailar, cubrirse de la lluvia, esquivar las pequeñitas lagunas y mantener el cigarrito sin que sufra las inclemencias del tiempo. Fue idea de un grupo de pibes –sagaces los muchachos- la de levantar un pedazo de la lona que cubría el césped, en un costado donde no había publico, y usarla de resguardo.

Pasaron 5 minutos y esa “carpa” era una fiesta, saltando y con mucho humo dentro, unas 300 personas bailaban y disfrutaban del resguardo mientras esperaban al poker de bandas que encabezaban el OESTE REGGAE.

Antes de que arranque el cuarteto que convocó a estos miles de espectadores –quizás 7 mil-, la lluvia aminoró y los muchachos de Isidro Casanova, VIEJO RASTRERO, entregaron rocanrol para un gran grupo que agitó banderas y gritó bien fuerte que estaban ahí para ver a su banda predilecta y amiga.

La noche había caído y la lluvia ya era historia cuando DREAD MAR I deleitó a los presentes con su excelsa voz, que lleva dulzura y una métrica excelente, para un reggae roots con letras que apelan a la conciencia social de una manera romántica –rozando lo naif-, sumando su culto al rastafarismo, tanto en castellano como en inglés.

Seguiría lo que fue el plato fuerte de la noche, una banda que si bien es muy conocida, respetada en el ambiente y lleva más de 12 años de carrera, el sábado se fue victoriosa y con muchos más escuchas que con los que llegó: RIDDIM.

De la mano de PETTY en la voz y su pequeño tambor, la banda ofrece “Reggae para que despegues”, y encuentra inmediato eco en el público, que baila y aplaude cada nuevo tema.

Fue alrededor de una hora donde brindaron su mensaje positivo y de unión, con los caños haciendo estragos, y una cadencia contagiosa. Entre otros, sonaron “Culpable No Soy”, “Mareados” y la arenga bailable de “DJ DJ”.

RESISTENCIA SUBURBANA agitó como siempre, con sus canciones de reggae popular, letras directas y claras, la viola filosa del pelado LEROUX, los arreglos de percu de CUCHU, buenos teclados, y la voz característica de LUIS ALFA.

Pero el set de los made in Lanús se vio opacado parcialmente porque aparentemente el líder y cantante habría tomado algunas drogas de más –“está zarpado”, dijo uno- y protagonizó un acto que fue reprobado por el público, cuando se negó a cantar algún tema, se fue, volvió, pidió más aliento, y finalmente cantó. La banda estuvo a la altura de las circunstancias, siguió tocando siempre, y salvó las papas. La manchita negra del show, ya que este público empapado no merecía reclamos.

El final, con bastante gente menos que ya había colmado su límite del aguante, fue a cargo de los cada vez más reconocidos NONPALIDECE.

De la mano de la suave voz de NESTOR RAMJLAK, y el combo de instrumentos que –como ya dijimos tantas veces en EL ACOPLE- suena de puta madre, donde cada instrumento se percibe con gran nitidez, forman un todo que goza de excelente salud. Entregaron las últimas piezas de reggae roots, con una energía placentera y esperanzadora que transmiten en cada ritmo y en cada verso, y la gente les devolvió afecto bailando y coreando cada uno de sus estribillos gancheros.

Y así se fue una jornada que la lluvia quiso opacar pero no pudo, pese a que realmente la complicó, y que salió adelante con la energía que emanó tanto desde el escenario y el sinfín de bandas que desfilaron, como de la gente que se la aguantó estoicamente durante largo rato bajo el temporal para después tener su premio con un cielo que ya al final entregaba una postal envidiable, con las nubes desapareciendo por el este y el sabor de haber escuchado horas de este ritmo dulce que te impregna los sentidos.

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