DISCOS
Recobrar la escucha

Desde 1945, Heligoland representaba el nombre de una pequeña isla alemana del Mar del Norte, que sirvió como base naval durante
Será a partir de este 2010 que esto cambie por completo, ya que luego de 7 años sin novedades discográficas, Massive Attack presenta nuevo disco, titulado “Heligoland”, por lo que aquella isla alemana quedará relegada a un segundo plano cuando cualquiera de nosotros ingrese el nombre en su buscador favorito, encontrando primordialmente información sobre el álbum en cuestión.
Luego de aquella casi producción solista de Robert Del Naja (3-D), que fue “100th Window”, los fundadores del trip hop parecen haber recuperado su dinámica de trabajo en grupo y se muestran más abiertos a una larga lista de colaboraciones de otros músicos, incluso para un género en el que abundan este tipo de participaciones, dejando ver un mayor aporte en la creación de los temas por parte de los mismos.
Tunde Adebimpe, con su grave tono de voz, es el encargado de matizar “Pray for rain”, oscuro track que da inicio al disco. Por su parte, Martina Topley Bird (quien colaborara con Tricky en aquel gran álbum llamado “Maxinquaye”), aporta su sensualidad en “Babel” y “Psyche”, dos downtempos sostenidos por el breakbeatal que nos tiene acostumbrado el conjunto.
“Splitting the atom” y “Girl I love you” rememoran el sonido “Mezzanine” de los oriundos de Bristol, con el legendario Horace Andy haciéndose cargo del micrófono.
En “Flat of the Blade”, con la colaboración de Guy Garvey (líder de Elbow), se ponen electrónicos, desplegando motivos melódicos a través de sintetizadores sobre un loop rítmico que sufre pequeñas variaciones a lo largo del tiempo, denotando la influencia y la importancia que tuvo en Gran Bretaña durante la década del 90 el sello Warp, con producciones de artistas de la talla de Aphex Twin, Autechre y Squarepusher, entre otros.
Con “Paradise Circus” levantan la temperatura ya que su video remite al film “Devil’s in Miss Jones”, obra de culto del cine porno en su intento de trascender y contar historias que aporten algo más al asunto. El clip contiene imágenes de la película y un mini reportaje a su protagonista, Georgina Spalvin. Los susurros en la voz de Hope Sandoval son el complemento perfecto para el mismo.
El polifacético Damon Albarn hace su aparición en la desolada “Saturday Come Slow”, preguntando si lo aman para darse cuenta que no hay nadie allí.
“Rush Minute” y “Atlas Air”, que da cierre al álbum, son los únicos temas en los que no cuentan con invitados especiales.
En tiempos de escuchas ligeras, saltando de single en single, un disco como este exige aquella costumbre ya casi olvidada de detenerse a oír una obra completa atentamente, sin ningún otro tipo de distracción para poder apreciarlo como se debe; de lo contrario se podría suponer que no está pasando nada en cada track, cuando en realidad sucede mucho. Las sutiles variaciones rítmicas, melódicas y tímbricas que se producen en el transcurso de cada tema, propias del minimalismo, como así también el juego de efectos tomado del dub, no logran percibirse en una escucha superficial del mismo.
Cuando el rock deja de brindar respuestas, deja de ser un refugio seguro o aquella vieja trinchera te la llenaron de calcomanías, siempre existirán bandas como Massive Attack para ofrecer otros universos sonoros donde encontrar satisfacción. Desde aquí celebramos que después de tanta espera, con “Heligoland” hayan vuelto a decir presente.
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