RESEÑAS

¡Qué pasa, kompadres!

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Los Santos contaminan el salón con su crisol de ritmos buenos y ondeadas melodías. Avisan que no tienen mamá ni papá; te lo cantan, pero no hay tristeza en sus palabras. En penumbras la gente le mete baile al son de maracas y bongó, y PIRO agita y toma el micrófono, y saborea consignas de palabras en rima. Una coplita andina cruza como cóndor la tierra madre latina y desciende sobre negros, piel de sufrimiento y candor luminoso, allá por el caribe, y suena entonces la cadencia de Jamaica: Déjame ir en la libertad de subir y subir si es así como quiero estar.

Canta KARAMELO, tocan Los Santos. En el pecho, hermano, florecen fuertes los niños nuevos, con hojas de fuego que embravecen con el viento. Expande, extiende, alcanza. Niños de fuego, venas abiertas. Deja de alimentar, dolor, hambre y desconcierto, cantan los mendocinos. El hambre se metió en el barrio y lo da vuelta y lo transforma, y puede que lo tiros te asusten. Es difícil. Allí hay nenes para educar y ofrecerles respeto, pero todo anda peligroso. Entre ruidos y murmullos, suena la cumbia: …porque un día de estos nos verán sonriendo….

El brazo armado de la banda trabaja suave sobre los cueros. Mientras, EL GOY susurra uno nuevo, Yo a tu casa no voy. Es lindo, mierda. Es placentero. Me enciendo uno y lo comparto con mis hermanos. Si ella estuviera todo sería ideal. Por suerte están mis hermanos, que se ríen y bailan.

Tocan Los Santos. Ernesto yace al pie de un árbol; el asma le quita aire. Debe elegir: el botiquín o la caja de balas. Ambas cosas son mucho peso. Piensa y respira tan hondo como le permite su cuerpo. Finalmente reincorpora su alma, débilmente, toma la caja de balas y comienza a cruzar el río. ¡Yo: Guerrillero! grita KARAMELO. Gesto adusto, plomo y palabra. Cumbia hardcore alegre y combativa.

Rumbita de mil amores, ska en blanco y negro, salsa y merengue, ragga y hip hop. KARAMELO todo lo toca. Este amor que tanto quise ha terminado, pero el olvido, compadre, no me llega jamás. La misma vieja pena. Mejor que por esta noche te olvides y te metas urgente en el ritmo que reina en la pista. O mejor: pitá con ganas esto que te paso y observalo al muchacho del bajo. Arrastra como viento, hace ruido y salta. Observalo: es un loco.

Cantando se van los Santos. Así como llegaron se retiran. Te dan Fruta Amarga y te convidan de Pon la gente arriba. GOY OGALDE dice palabras sinceras mientras los kumpas abrazan sus cuerpos y se besan.

KARAMELO deja la noche en tus brazos y se va a conquistar otras tierras, de gentes distintas y pieles sin sol. Llevan como tesoro, en maletas y bolsillos, el sonido de la Tierra Madre.

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