¡Qué manera de homenajearlos!

Péguense una vuelta

Desde que llegué a las 20:30 al lugar estuve observando qué clase de personas asisten a este tipo de eventos. Durante este tiempo saqué la conclusión de que es un público más teatral que rockero, que en definitiva va a ver un espectáculo más que un recital de rock. Por las personas mayores y las mujeres paquetas que había, llegué a esta idea. Ya una vez con el grupo en escena, todos nos unimos con el propósito de festejar cada una de estas maravillosas interpretaciones.

A las 21:50, las luces del teatro se apagaron mientras un humo empezó a correr por el escenario. El público comenzó a aplaudir por el inicio inminente del show, hasta que con los acordes de ”Now i’m here”, primero utilizada como intro en forma grabada y luego con la banda tocándola en vivo, se dio por comenzada la función. Hacia el final de este tema unos fuegos artificiales le dieron la bienvenida a todos. DIOS SALVE A LA REINA ya estaba en escena.

Uno, que era la primera vez que los veía, se sorprendió de movida por un sonido claro e idéntico a QUEEN. Es más, si uno cerraba los ojos podría estar imaginando su verdadera presencia. Justamente esto último es lo que los rosarinos buscan que le suceda a su público. Después de tantas buenas críticas que había escuchado sobre ellos, tome real conciencia de por qué se hablaba tan bien. A partir de ahí me senté en mi butaca con el objetivo de disfrutar y soñar.

Felicitaciones, PABLO

”Under pressure”, ”Don’t stop me now” y ”Play the game”, algunos clásicos sin fecha de vencimiento que iban sonando. Los minutos iban pasando y mi admiración continuaba en ascenso. Trataba de observar todos los detalles, y realmente no dejaban nada sorteado al azar (hasta los más mínimos, como los vasos de Coca o cerveza arriba del piano).

PABLO PADÍN es quien se encarga de la tarea más compleja, ocupar el lugar de FREDDIE MERCURY. Cumple su rol de manera brillante, pues su entonación, sus movimientos, sus palabras y sus gestos son calcados. Sin embargo, hay un punto que es imposible de imitar, ya que es algo natural de cada persona, y es el carisma. Ahí PABLO está a varios cuerpos. A medida que pasan los años la figura de FREDDIE se dimensiona cada vez más.

Más allá de tocar las canciones que todos quieren escuchar, se dieron el gusto de mechar algunas no tan populares. Con la voz y los teclados de FRANCISCO CALGARO –BRIAN MAY- sonó una rareza de ”The game (1980)” como “Sail away sweet sister (to the sister i never had)”. También hubo un segmento acústico, en donde ”Love of my life” volvió a emocionar.

Un hit tras otro

Muchas personas recalcan constantemente que esta banda representa fielmente a QUEEN. Un ejemplo que dan es que PADIN también toca el piano muy bien, cosa que no sucede con otros tributos. Esto realmente los distingue. En ”Somebody to love” y ”Bohemian rhapsody” se pudo apreciar el nivel de PABLO en los teclados.

Tras un pequeño descanso, los músicos regresaron para interpretar las últimas canciones de la noche. “Tie your mother down”, “We will rock you” y “We are the champions”, tres de los himnos que harían bailar a todos los asistentes, que estaban a pleno.

La caída de papelitos plateados, la desconexión de los instrumentos y las luces del teatro encendidas, daban por sentado que todo había terminado. Sin embargo el público no lo entendió así. Pidieron una más y ellos se la regalaron. “A kind of magic”, lo último que se escuchó ante una masa festiva y participativa.

Cuando uno va a ver a un grupo tributo va en busca de la perfección musical. Si a ello le sumamos el parecido físico y la puesta en escena, las semejanzas son mayores, entonces nuestro goce es aún mayor. DIOS SALVE A LA REINA supera esa estatura, ya que hasta los instrumentos son similares a los originales. Sin dudas que es un espectáculo altamente recomendable no sólo para el fan de QUEEN, sino para cualquiera que en algún momento de su vida le haya agradado la música de esta banda (aunque sea mínimamente una canción de estos maravillosos ingleses).