
RESEÑAS
Pulso, y energía, de acero
Los que visitan el país esta vez son los históricos y legendarios STEEL PULSE, banda de reggae británico que es pieza importante en la historia del género, catalogada como la mejor de las que dio el Reino Unido. Es por ello que son muchos los que no quieren perderse esta nueva presentación, luego de aquella en Obras en noviembre del 2005.
Bastante poblado, sin llegar a molestar, se encuentra el Luna, y HOLY PIBY entrega su música durante 40 minutos alternando temas propios y versiones como “I Shoot the Sheriff” o “Summer Time”, que la gente disfruta con entusiasmo y paciencia.
Cuando faltan minutos para comenzar el show, me encuentro con Federico, ex baterista de RIDDIM y viajero/clown/rasta que supe cruzar con su remera de Chicago hace tres años por Costa Rica. El hombre transmite felicidad por lo que se viene, y en el optimismo se le suma “El Bambino”, que acaba de hacer vientos para HP y comenta exultante haber visto una magistral prueba de sonido.
Las noticias son buenas en el lugar, la gente está lista, y la banda tiene sus pergaminos para exhibir esta noche.
Los STEEL traen una historia de lucha contra las injusticias basadas en mensajes de optimismo y espiritualidad en sus letras, llevado con un roots rock reggae que ha atravesado por distintos estados desde su formación allá en 1975.
En esos años, fueron contemporáneos del auge punk del Reino Unido, pero luego buscaron un mensaje más alentador y positivo que la desesperanza de aquel movimiento. Han entregado un primer LP maravilloso con “Handsworth Revolution” (1978), ganado un Grammy en el 86 por “Babylon The Bandit” (1985), y pasado por distintas etapas acercándose y alejándose del mainstream, muchas veces por presiones de las compañías.
Hoy entregan en una hora y media muchas de sus clásicas composiciones, prevaleciendo las del último álbum, su regreso definitivo al roots –luego de años más lavados- llamado “African Holocaust” (2004), y la gente se engancha de principio a fin con un jam potente, una envolvente energía, que transmite DAVID HINDS desde su guitarra y su emocionante voz; algunos riffs potentes de la segunda viola, y un sonido-total que destella con dos teclados que elevan el groove y hacen flotar aún más el sonido y al estadio.
Federico me deja, se quiere acomodar de frente al batero y se va a quedar ahí toda la noche, atrapado entre el redoblante y su mundo percusivo.
Suena “Roller Skates”, “No More Weapons”, en “Handsworth Revolution” HINDS canta “Handsworth significa para nosotros la gente negra” y pese a no haber negros, el mensaje anti opresivo llega para todos, el estribillo coreadísimo de “Stepping out” se festeja a puro grito y marcha, aparece algo de dancehall con “Blazing Fire” y no hay nadie fuera de la fiesta.
Se baila, se escucha, se siente y se asiente un reggae que admite tanto a los puristas como a los escuchas mainstream. STEEL PULSE se brinda hasta el final regando Buenos Aires de dub, y cuando le ponen fin a su noche “Lucy in the Sky W/ Diamonds” de los reyes del UK desde la consola nos manda de nuevo a la calle. Las voces en la vereda son unánimes, menos mal que vinimos también dice el fotógrafo.
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