RESEÑAS
¿Pueden las canciones abrigar?

¿Concurres a un recital de PEZ? Pues entonces serás abastecido con una importante cantidad de melodías curvilíneas, dedos trabajando a conciencia, escalas misteriosas, matices de un piano desbordante de claridad, estruendos setentosos de bajoguitarrabatería, vocales intrincadas, mil colores por momentos, negro muchas veces, blanco quizás. PEZ es el nombre. Reina una tensa calma en el lugar. Arranca el show. Las armónicas y tenues luces destacan a las cuatro figuras.
Eligen tranquilidad para el comienzo. Nubes forman formas tontas asoma luminosa y se destaca entre las demás. Dice que con esta música debería bastar…, pero uno nunca sabe.
¿Concurres a un recital de PEZ, querido lector? Pues no escucharás hits radiales, como ellos mismos se encargaron alguna vez de aclarar, y no creemos que los vayan a necesitar.
Luego de El desengaño, la suavidad inicial se rompe con un blues filoso y poético: La estética del resentimiento.
La voz de MINIMAL es clara y precisa, tanto cuando canta calmo como cuando grita con inflexiones roqueras. También es preciso con sus guitarras Les Paul y Telecaster. En realidad toda la banda alcanza precisión. Sus canciones de rock vintage requieren atención, así que no encontrarás en La Trastienda personas golpeando sus cuerpos al ritmo de la música.
Promediando el show, con una canción rápida y de esencia punk –Ahogarme– PEZ rompe la serenidad por segunda vez, justito antes caer en la monotonía. Luego ARIEL comienza a desandar una chacarera y canta, hasta que la canción finalmente se convierte en rock pesado. La destreza musical que manejan les permite tranquilamente ensamblar cortes jazzeros con ritmos andinos, rockear poderoso y blusear también, escapando siempre al gastado 4×4.
La banda guarda la pura distorsión para los últimos temas. Sobre ella, el piano eléctrico suena épico y fantasmal; recuerda las fantásticas cabalgatas de JOHN LORD en el viejo y querido DEEP PURPLE de comienzos de los 70. Se trata de música sin edad, una fuente a la cuál siempre se puede volver a abrevar. PEZ lo hace con personalidad, agregando contexto urbano y melancolía porteña.
Rompo tu piel de asno es la que le da fin a todo esto. ARIEL MINIMAL, con voz frágilinvencible, agradece y convoca a los presentes a un nuevo show, en el mismo lugar, a la misma hora, muy pronto. Yo diría que vayas.
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