RESEÑAS

Promesa clásica

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Con el propósito de tocar temas de “otros” Alejandro Sokol se presentó el sábado pre “ballotage” porteño en Niceto. Los clásicos de SUMO y LAS PELOTAS también tuvieron su lugar. La entrada

Los fanáticos van pasando, se van acomodando por donde pueden, algunos se sientan, otros aprovechan para pedirse algo, el ambiente es cálido, hasta fraternal en cierto aspecto. Muchos están buceando por esa nube de armonía que lograron cigarrillo previo, mientras otros disfrutan con regocijo su cerveza. Niceto se colma, se llena de paz, de esa que emerge desde un reggae que flota por un aire espeso y risueño, que permite una pregunta sin respuesta, un comentario sin sentido, o un “chamuyo” en vano. Se apaga la música, las luces apuntan al escenario, comienza el espectáculo…

Con apuro…

…Los chicos de LA SIMONA salen a escena. Gran cantidad de seguidores fueron los que se llevaron la frustración de oír nada más que tres temas, esto debido a que la banda empezó su set media hora más tarde de lo estipulado y debía terminar en hora. Cumplen con lo pactado, y le ceden -agradecimiento previo- el lugar al “bocha”.

Con los primeros cantitos peloteros a cuestas, SOKOL irrumpe el predio rápidamente y les avisa: “Hoy vamos a tocar temas de otros, pero igual va a estar bueno”. Cuanta verdad.

Arrancó con “Wish you where here” de PINK FLOYD; pegada y con “caños” incluidos sonó “Get up stand up” de BOB MARLEY. Ya era mucha la alegría que se albergaba en el perímetro, alegría que se transformó enseguida en recuerdo vivo:“Heroin” se había asomado por el aire. Momento depresivo, de presencia, contemplación y agradecimiento a un ser que modificó gratamente la vida a muchos de los presentes.

“Vamos con el primero de Bowie”. Le acercan la letra y arranca con ”China girl”, al que luego le seguirá –nuevamente con letra incluida – “Sledgehammer” de PETER GABRIEL. Niceto se queda mudo, los fanáticos miran con signos de misticismo y aprecian el desempeño, a la espera de su momento de satisfacción. Expectativa que no tarda en cumplirse al escuchar al BOCHA: “Este tema lo hacía SUMO”. Los primeros acordes se escuchan, los fanáticos empiezan a saltar, “Stand by me” está sonando en una de las versiones más anormales e increíbles, de esas en que la música se superpone a la letra, y transforma un relato angustiado en algo placentero y alegre. Un regocijo que no tiene fin al oír “Sin hilo”, “Corderos”, y “Para que?”, set que dejará satisfecha a la manada “pelotera”.

Era una noche “clásica”, distinta, él ya lo había adelantado y no estaba fallando. Se acercaba el desenlace, pero aún quedaban “perlas” por escuchar, tales como “Modern love” y “Héroes” de DAVID BOWIE o el festejado y bailado “Kaya” de SUMO.

El final no es final sin “Teléfonos” sonando en cuartos vacíos. Para júbilo general el teléfono sonó, y junto a él “White trash” para darle ahora sí, fin certero a la velada.

La salida es sin apuro

EL BOCHA se fue, las luces siguen ahogadas de claridad, el público no se retira, espera algún tema más, la lógica supone que cuando un recital termina, las luces se prenden, la lógica en Niceto fue otra, luego de quince minutos pusieron luces de colores apuntando para todos lados, música electrónica, y comenzaron con las actividades de limpieza, lo que provocó la partida en masa del lugar sin más SOKOL por ver ni oír.

”Lo prometido es deuda” y está deuda ya fue saldada. Resta esperar que SOKOL se vuelva a endeudar con nosotros y nos ofrezca una nueva noche de magia.

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