Primal Fear: Batalla ganada

El domingo, en el Teatro Flores, la banda alemana le regaló a sus seguidores un concierto súper explosivo. Estuvieron acompañados por Luca Turilli’s Rhapsody.

El amante del heavy metal extrañaba la presencia de Primal Fear; hacía cinco y medio que no nos visitaban y sus fans necesitaban de ellos. En este tiempo la banda lanzó tres discos de estudio: “Unbreakable” (2012), “Delivering the black” (2014) y el reciente “Rulebreaker”, con el que recuperaron parte de su magia. Al igual que en sus tres visitas anteriores, estuvieron acompañados por una banda internacional. En este caso, por Luca Turilli’s Rhapsody.

Así que vayamos primero con la agrupación italiana. Cuando Rhapsody of Fire decidió separarse amistosamente en 2011, sus líderes Alex Staropoli y Luca Turilli tomaron nuevos rumbos. Starapoli decidió continuar bajo el mismo nombre y Turilli apenas lo varió llamándose Luca Turilli’s Rhapsody. La versión del tecladista ya nos visitó en 2012. Ahora era el debut en el país de la versión del guitarrista gracias a su segundo disco, “Prometheus, Symphonia Ingnis Divinus” (2015).

Y desde el acorde inicial se lo vio muy enérgico y con ganas de mostrar su actualidad. Solo algunos desperfectos con el retorno lo desviaron de su cometido pero rápidamente se enfocó y terminó ofreciendo un gran set. Como era de esperar, el show se centró en las canciones de su proyecto anterior. El público se las iba a pedir y él no podía defraudarlos, así que cuando sonaron himnos como “Land of inmortals”, “Unholy warcry” y sobre todo “Dawn of victory”, enloquecieron.

Por suerte, Luca está acompañado por músicos que mantienen el nivel de pomposidad que su música exige. El más observado era su cantante Alessandro Conti, quién tenía la difícil tarea de hacer olvidar al grandioso Favio Lione. Y cumplió con creces, con interpretaciones dignas de las originales. Pero vale decir que se lo notó más firme en canciones del nuevo proyecto como las power “Prometheus” e “Il cigno nero”. Y es algo lógico siendo él parte desde el comienzo.

Si bien el crecimiento de Primal Fear se estancó en los últimos años, ellos de igual modo pudieron mantener su base de fieles de todo el mundo. Su último trabajo “Rulebreaker” ayudó a que ese heavy/power metal bien riffero se mantenga con vida. Y eso se notó fervientemente cuando la banda tomó el escenario con una actitud aplanadora. Las nuevas canciones ya fueron adoptadas por sus fans, y hasta su vocalista Ralf Scheepers se sorprendió ante la recepción de “Rulebreaker” o “Angels of mercy”.

La banda no dio respiro durante los casi 90 minutos con un nivel intensidad alto. Scheepers es un frontman que no da lugar a la comodidad del espectador y exige una y otra vez su participación. Por supuesto, sin clásicos como «Nuclear fire», «Chainbreaker» y «Metal is forever» no sería tan sencillo para Ralf. Solo hubo un momento de calma, la mas oscura «The sky is burning».

Los alemanes saben a la perfección cómo es ofrecer un show en directo. Es su punto fuerte y saben dónde apuntar. Jamás defraudan. Luca Turilli demostró que el cambio le hizo bien, y que sabe disfrutar de su pasado.

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